En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Oh Dios Todopoderoso, en este momento de angustia y necesidad, clamamos a ti con fervor, implorando la intervención poderosa de tu Santo Espíritu para que descienda sobre nosotros con su fuego purificador y destruya todo trabajo de maleficio, maldición y brujería que se haya levantado en contra de nosotros, nuestra familia y nuestras generaciones pasadas.
Bajo la autoridad suprema de Jesucristo, quien con su muerte y resurrección venció todo poder del mal, declaramos que toda cadena de hechicería y maleficio es quebrantada y disuelta por el poder de su Preciosísima Sangre derramada en la cruz. Que cada lazo oscuro y maligno sea desatado y desmantelado ahora mismo, y que ninguna fuerza adversa pueda prevalecer contra nosotros.
Confiados en la intercesión poderosa de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, te pedimos que ella, junto con tu Espíritu Santo, cubra y proteja nuestros corazones y hogares con su manto de amor y gracia divina.
Que la luz radiante de tu Espíritu Santo ilumine nuestros caminos, purifique nuestras almas y nos conduzca a la liberación completa y la victoria absoluta sobre todo mal. Concede, oh Señor, que nuestra fe sea firme y nuestra confianza en tu poder, inquebrantable. Amén.
Autor: Padre Ignacio Andrade.
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