Hola querido hermano. En primer lugar, es importante recordar que la Iglesia católica no tiene la autoridad ni la competencia para indicar por quién votar en una elección. La decisión de elegir a un candidato o partido político es una responsabilidad personal de cada fiel laico y de los ciudadanos en general, responsabilidad que debe ser ejercida con conciencia y absoluta libertad.
La Iglesia, a través de sus enseñanzas sociales y morales, nos invita a reflexionar sobre los principios éticos y valores evangélicos que deben guiar nuestras decisiones en el ámbito político. La Doctrina Social de la Iglesia nos recuerda la importancia de promover el bien común, la justicia social, la solidaridad y el respeto a la dignidad de toda persona.
En este sentido, los clérigos y líderes de la Iglesia tienen la tarea de orientar a los fieles en su formación de conciencia, para que puedan discernir de manera informada y responsable en el momento de votar. Esto implica analizar las propuestas políticas a la luz de los valores del Evangelio, y elegir aquellas que mejor reflejen el compromiso con la dignidad humana, la justicia y el bienestar de todos.
Es importante recordar que la participación política es un deber cívico y moral para los católicos, que deben contribuir al bienestar de la sociedad y al desarrollo integral de las personas. El voto es una herramienta poderosa para expresar nuestras convicciones y contribuir al cambio positivo en nuestra comunidad.
Sin embargo, la Iglesia no puede ni debe interferir en las decisiones políticas individuales de los fieles. Los sacerdotes no deben utilizar su autoridad para incidir en la elección de los fieles ni entrar en "campaña" a favor o en contra de algún partido o candidato. Cada persona tiene el derecho y la responsabilidad de elegir libremente a sus representantes y gobernantes, de acuerdo con su conciencia y sus convicciones personales, nunca bajo la coacción o el miedo infundido por figuras de autoridad (sean religiosas o no).
Por lo tanto, la Iglesia no puede sugerir por quién votar o contra quién votar en una elección. Lo que sí puede hacer es exhortar a los fieles a reflexionar profundamente sobre las implicaciones éticas y morales de sus decisiones electorales, y a elegir a aquellos candidatos que promuevan el bien común, la justicia social y el respeto a la dignidad humana.
En este sentido, es fundamental que los católicos se informen sobre las propuestas políticas de los diferentes candidatos, analicen su coherencia con los principios evangélicos y sociales de la Iglesia, y elijan en conciencia a aquellos que mejor representen esos valores en el ámbito político.
La participación política de los católicos debe estar guiada por la búsqueda del bien común, el respeto a la vida y la dignidad de toda persona, la solidaridad con los más vulnerables, y la promoción de la justicia y la paz en la sociedad. Estos son valores fundamentales que deben guiar nuestras decisiones en el momento de votar.
Así que haciendo un recuengo de las ideas hasta aqui expresadas, te puedo decir que ni la Iglesia ni ninguno de sus representantes puede indicar por quién votar en una elección, pero sí puede orientar a los fieles en su formación de conciencia y en la reflexión sobre los principios éticos y morales que deben guiar sus decisiones políticas. La participación política de los católicos debe estar inspirada en el compromiso con el bien común, la justicia social y el respeto a la dignidad humana, pero siempre debe elegir libremente, y no bajo la amenaza de que votar por tal o cual partido es pecado o peor aun, que podría ser causa de "excomunión".
Espero que estas reflexiones te hayan sido útiles y te animen a ejercer tu derecho al voto con responsabilidad y conciencia, y claro está, con plena libertad. Recuerda que tu voto es una herramienta poderosa para promover el bienestar de la sociedad y construir un mundo más justo y solidario. ¡Que Dios te bendiga en este camino de compromiso cívico y social!
Autor: Padre Ignacio Andrade.
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