El Vaticano ha iniciado un proceso judicial contra el arzobispo Carlo Maria Viganò, exnuncio apostólico en Estados Unidos, conocido por sus fuertes críticas al papa Francisco y su rechazo al Concilio Vaticano II. Viganò, quien describe el Concilio como un “cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico”, ha sido convocado al Palacio del Santo Oficio bajo acusaciones de cisma.
En un mensaje difundido en la red social X (anteriormente Twitter), el arzobispo Viganò informó: “El Dicasterio para la Doctrina de la Fe me informó, a través de un simple correo electrónico, de la apertura de un proceso penal extrajudicial contra mí”. La acusación en su contra incluye “haber cometido el delito de cisma y acusándome de haber negado la legitimidad del ‘Papa Francisco’, de haber roto la comunión ‘con Él’ y de haber rechazado el Concilio Vaticano II”. Además, el arzobispo ha sido citado a presentarse personalmente o representado por un abogado este jueves, 20 de junio.
Viganò, quien recibió la notificación el pasado 11 de junio, ha expresado su convicción de que “la sentencia ya está lista, dado el proceso extrajudicial”, y considera las acusaciones en su contra “una causa de honor”. Para él, “no es casualidad que la acusación contra mí se refiera al cuestionamiento de la legitimidad de Jorge Mario Bergoglio y al rechazo del Vaticano II”.
El arzobispo reafirmó su postura en su mensaje, declarando que “el Concilio representa el cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico del cual la ‘Iglesia sinodal’ bergogliana es la metástasis necesaria”.
Viganò ha sido una figura polémica dentro de la Iglesia, acusando al papa Francisco en 2018 de haber conocido los abusos sexuales cometidos por el cardenal estadounidense Theodore McCarrick, a quien el Pontífice expulsó posteriormente del sacerdocio. Además, ha calificado a Francisco de “herético” y de “siervo de Satanás” tras la publicación de ‘Fiducia Supplicans’.
Desde entonces, las tensiones entre Viganò y el Vaticano han ido en aumento. Sus declaraciones y acciones han atraído tanto apoyo como críticas dentro de la comunidad católica. Algunos ven en él una voz valiente que denuncia las supuestas desviaciones de la Iglesia moderna, mientras que otros lo consideran un elemento divisorio que socava la unidad eclesial.
El proceso judicial contra Viganò podría llevar a su excomunión, un desenlace que pondría fin a una larga serie de confrontaciones entre el arzobispo y la actual administración del Vaticano. La excomunión es una de las sanciones más graves dentro de la Iglesia católica, significando una separación formal de la comunión eclesiástica y de los sacramentos.
Además de sus críticas al papa y al Concilio Vaticano II, Viganò ha sido conocido por sus posturas controvertidas sobre diversos temas. Ha adoptado una postura abiertamente negacionista del Covid-19, posicionándose contra las medidas sanitarias y las vacunas. Estas opiniones han sido fuertemente criticadas por la comunidad científica y por otros líderes eclesiásticos que promueven la vacunación y las medidas de salud pública.
En este contexto, el caso de Viganò no solo refleja una lucha interna dentro de la Iglesia sobre la dirección y la autoridad papal, sino también una confrontación con las ideas modernas y la ciencia. El desenlace de este juicio será observado de cerca por muchos dentro y fuera de la Iglesia, ya que podría establecer un precedente significativo sobre cómo se manejan las disidencias internas en el futuro.
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