Aclarando confusiones: Sí, en la Iglesia católica SÍ hay sacerdotes casados y te explicamos los casos en que es posible.

Padre Oleksiy Nebesnyk de la Iglesia Católica Bizantina con su esposa y tres hijas.

Muchos hermanos se escandalizan cuando se publican notas sobre sacerdotes casados, creen que es una "herejía", "modernismo", que se trata de "falsos católicos impostores" o que en realidad se trata de sacerdotes anglicanos, luteranos o de alguna otra Iglesia no católica y que la nota se publica por error.

Pero no se trata de engaños, ni herejías ni errores; efectivamente, sí, aunque muchos se sorprendan, en la Iglesia Católica SÍ hay sacerdotes casados, tanto en el rito latino (al que pertenecemos la mayoría), como en los ritos católicos orientales.

Vamos a explicar cada caso.

Casos en la Iglesia Católica de Rito Latino

Ordinariatos Personales y la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus

En 2009, el Papa Benedicto XVI emitió una constitución apostólica llamada Anglicanorum Coetibus. Esto se hizo para dar una respuesta pastoral a los grupos de anglicanos que deseaban entrar en plena comunión con la Iglesia católica. En este contexto, uno de los puntos importantes fue la cuestión del celibato sacerdotal.

Normalmente, en la Iglesia católica de rito latino (a la que la mayoría de nosotros pertenecemos), el celibato es una norma para los sacerdotes. Sin embargo, la Anglicanorum Coetibus permite una excepción en algunos casos. Este documento establece que los sacerdotes anglicanos casados que desean convertirse en sacerdotes católicos pueden ser ordenados, con una dispensa especial del Papa. Una dispensa es una especie de "permiso especial" que el Papa puede otorgar.

Aquí está la cita específica que lo explica:

"§ 2. El Ordinario, observando plenamente la disciplina sobre el celibato clerical en la Iglesia latina, pro regula admitirá sólo a hombres célibes al orden del presbiterado. Podrá pedir al Romano Pontífice, en derogación del canon 277, 1, que admita caso por caso al orden sagrado del presbiterado también a hombres casados, según los criterios objetivos aprobados por la Santa Sede."

Entonces, aunque la norma general sigue siendo el celibato, en estos casos específicos, y con la aprobación del Papa, se permite la ordenación de hombres casados. Esto no solo ha aplicado a anglicanos, sino que también ha sido extendido a algunos pastores episcopales, luteranos e incluso a un pastor pentecostal que ahora es sacerdote católico. Cada caso se evalúa individualmente, lo cual asegura que se mantenga la disciplina y la coherencia en la Iglesia. El caso se evalúa en la Santa Sede y después de un tiempo considerable de estudio, el Papa puede conceder la dispensa y así el un hombre casado puede recibir la ordenación. 

Sacerdotes Católicos de Ritos Orientales

Además, es importante mencionar a nuestros hermanos en las Iglesias Católicas de Ritos Orientales. Estas iglesias son plenamente católicas, están en comunión con el Papa y bajo su jurisdicción y obediencia, pero tienen algunas tradiciones y disciplinas diferentes.

En estas iglesias, el celibato sacerdotal es opcional. Esto significa que, mientras los obispos orientales generalmente son célibes, los sacerdotes pueden estar casados. Esta práctica ha sido una parte tradicional y continua de su vida eclesial. Entonces, es común encontrar sacerdotes casados en estos ritos, y esto no es una excepción ni requiere una dispensa especial.

No debemos confundir a las Iglesias Católicas de Ritos Orientales con las Iglesias Ortodoxas. Aunque ambas comparten muchas tradiciones litúrgicas y teológicas, las Iglesias Católicas de Ritos Orientales están en plena comunión con el Papa y bajo su autoridad. Esto significa que, aunque mantienen sus propias tradiciones litúrgicas y disciplina, como la posibilidad de tener sacerdotes casados, son completamente parte de la Iglesia Católica y obedecen al Papa como su líder espiritual. Por otro lado, las Iglesias Ortodoxas, aunque tienen una rica tradición y muchos puntos en común con nosotros, no están en comunión con el Papa y funcionan de manera independiente en su propia jerarquía eclesiástica.

Un Poco de Historia y Contexto

El celibato clerical en la Iglesia latina tiene una larga historia y está profundamente enraizado en el deseo de imitar más de cerca la vida de Cristo, quien vivió una vida célibe. También está vinculado a la disponibilidad total para el servicio del pueblo de Dios. Sin embargo, la Iglesia siempre ha reconocido y respetado las tradiciones de las Iglesias orientales y ha buscado la unidad en la diversidad.

En la Iglesia primitiva, muchos de los primeros sacerdotes y obispos eran hombres casados. Con el tiempo, la práctica del celibato se volvió más común en la Iglesia latina, especialmente después del Concilio de Elvira en el siglo IV y posteriormente en el Concilio de Letrán en el siglo XII, que hicieron del celibato una norma obligatoria para los sacerdotes en la Iglesia occidental.

Sin embargo, la Iglesia ha mantenido siempre una flexibilidad y una apertura para considerar las circunstancias pastorales y las tradiciones de otras comunidades cristianas que desean unirse a la fe católica. Esto se refleja en la Anglicanorum Coetibus y en la continua práctica de las Iglesias orientales.

Reflexiones Personales y Consideraciones Espirituales

En mi opinión, esta diversidad dentro de la unidad es una de las grandes riquezas de nuestra Iglesia. La existencia de sacerdotes casados en algunos contextos no disminuye en absoluto el valor del celibato. Ambas realidades pueden coexistir y enriquecer la vida de la Iglesia de maneras diferentes. Cada vocación, ya sea al celibato o al matrimonio, tiene su propio camino de santidad y servicio.

El Papa Benedicto XVI, al permitir estas dispensas, mostró una gran sensibilidad pastoral y un profundo amor por la unidad de los cristianos. Reconoció que el llamado a servir a Dios puede manifestarse en diferentes formas y que es importante acoger a aquellos que desean unirse a la Iglesia católica con un corazón abierto y generoso.

Para nosotros, como fieles, esto es una invitación a apreciar y respetar las diferentes tradiciones dentro de nuestra Iglesia y a reconocer que Dios obra de muchas maneras en la vida de las personas. Es un recordatorio de que la unidad no significa uniformidad, sino una comunión en la diversidad.

Conclusión

Entonces, sí, hay sacerdotes casados en la Iglesia católica, pero en situaciones específicas y con ciertas excepciones. La Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus y la práctica en las Iglesias orientales católicas son ejemplos de cómo la Iglesia maneja estas cuestiones con sabiduría pastoral y respeto por las diferentes tradiciones.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

2 comentarios:

  1. Si un sacerdote Angelicano celibe pasa a pertenecer al sacerdocio católico ¿Puede casarse si lo desea o mantendrá el celibato. de sacerdote católico?.

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