Hermanos en Cristo, me complace reflexionar con ustedes sobre siete propósitos de la Santa Misa, que es el acto central de nuestra fe y la fuente y cumbre de nuestra vida cristiana. En efecto, en la Misa nos unimos para:
1. Adorar a Dios: En la Misa, rendimos culto al Señor, reconociendo su grandeza y majestad. Nos postramos ante su presencia, reconociendo nuestra pequeñez y su infinita bondad.
2. Expresar gratitud: Agradecemos a Dios por los dones recibidos, especialmente por la Eucaristía, que nos alimenta en nuestro camino espiritual. La Misa es un acto de acción de gracias, donde reconocemos la abundancia de sus dones.
3. Pedir perdón y ayuda: En la Misa, nos acercamos a Dios con humildad, pidiendo perdón por nuestros pecados y solicitando su protección y guía. Reconocemos nuestra debilidad y su misericordia.
4. Unirnos en comunidad: La Misa nos une como familia de Dios, fortaleciendo nuestros lazos y compromiso con los demás. Somos el Cuerpo de Cristo, y en la Misa celebramos nuestra unidad y diversidad.
5. Conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús: En la Misa, recordamos el sacrificio de Jesús y celebramos su victoria sobre la muerte. La Misa es un memorial de su amor y redención.
6. Recibir la Eucaristía: En la Comunión, recibimos el cuerpo y la sangre de Cristo, que nos nutre y fortalece en nuestra fe. Somos alimentados por el Pan de Vida, para vivir como discípulos de Jesús.
7. Santificarnos: La Misa nos ayuda a crecer en santidad, transformándonos en discípulos de Jesús, para vivir según sus enseñanzas y ser testigos de su amor. La Misa es un encuentro con el Señor que nos renueva y fortalece.
Que la Misa sea para nosotros un encuentro vivo con el Señor, que nos renueve y fortalezca en nuestra fe y en nuestro compromiso de seguir a Jesús. Que nos ayude a crecer en amor y santidad, y a ser luz y esperanza en el mundo. Amén.
Autor: Padre Ignacio Andrade.
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