¿Por qué nadie me quiere contar lo que hacen en un Retiro? ¿Por qué tanto secretismo?


Ah, hermano, los retiros. Esos momentos tan especiales en la vida espiritual de muchos, pero que a la vez parecen estar rodeados de un velo de misterio que, para algunos, es un tanto desconcertante. Estoy seguro de que no eres el primero, ni serás el último en preguntarse: "¿Por qué nadie me quiere contar lo que pasa en un retiro? ¿Por qué tanto secretismo?" Así que, vamos a charlar un poco sobre esto, con toda la honestidad y franqueza que merece un hermano en la fe.

Primero, déjame decirte que entiendo perfectamente tu curiosidad. Es natural querer saber a qué te enfrentas antes de comprometerte a algo, especialmente si se trata de un fin de semana entero (o más) dedicado a un retiro espiritual. Además, vivimos en una época en la que todo está disponible al alcance de un clic, desde spoilers de películas hasta detalles minuciosos de cualquier evento. Entonces, ¿por qué tanto misterio alrededor de los retiros?

El Misterio del Retiro: Una Invitación a la Experiencia

Uno de los aspectos más importantes de un retiro es que es una experiencia personal y única. Los retiros están diseñados para permitirte desconectar del bullicio del mundo y reconectar con Dios, contigo mismo, y con la comunidad de fe que te rodea. Lo que hace que cada retiro sea especial es la sorpresa, la apertura, y la disposición a dejarse llevar por lo que Dios tiene preparado para ti en ese momento.

Ahora, si alguien te contara con lujo de detalles lo que ocurre en un retiro, como quién será el orador principal, qué dinámicas se realizarán, o cuál será el tema central, probablemente tu mente comenzaría a formarse expectativas. Podrías empezar a pensar: "Ah, eso suena interesante" o "Eso no es para mí". Y, sin darte cuenta, empezarías a colocar barreras, consciente o inconscientemente. La idea del retiro es justamente despojarse de todas esas barreras y permitir que Dios te sorprenda.

En Mateo 11,28, Jesús nos dice: "Vengan a mí, todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso". Esta invitación es abierta, sin especificaciones. Jesús no nos dice cómo será ese descanso o en qué consistirá exactamente. Él simplemente nos invita a confiar, a venir a Él y dejar que el resto lo haga su gracia. De manera similar, los organizadores del retiro te invitan a un encuentro personal con Cristo, uno que no puede ser plenamente descrito, sino vivido.

¿Por Qué el Secretismo?

Quizás has oído la frase: "No te lo puedo decir, tienes que vivirlo". Puede sonar frustrante, pero detrás de esas palabras hay un deseo sincero de que tengas una experiencia genuina y transformadora. Cuando participas en un retiro sin conocer todos los detalles, llegas con el corazón abierto, sin expectativas preconcebidas, lo que te permite estar más receptivo a la acción del Espíritu Santo.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos habla sobre el misterio de la fe (CEC 1066). Dice que los misterios de nuestra fe no son secretos para ser guardados, sino verdades divinas que trascienden nuestra comprensión humana. Algo parecido ocurre con los retiros: no es que haya secretos, sino que la experiencia misma es un misterio que sólo puede ser plenamente entendido y apreciado una vez que lo vives. Si te contaran todo de antemano, no estarías experimentando el misterio, sino simplemente asistiendo a un evento ya “spoileado”.

La Importancia de la Experiencia Personal

Déjame ponerte un ejemplo. Imagina que te ofrecen un trozo de pastel que nunca has probado. Alguien puede describirte el sabor, la textura, los ingredientes, pero hasta que no lo pruebes por ti mismo, no podrás entender completamente de qué se trata. El retiro es como ese trozo de pastel: pueden decirte que es dulce, que es esponjoso, pero no sabrás realmente qué significa eso hasta que lo experimentes por ti mismo.

San Pablo, en su carta a los Filipenses, habla de cómo ha aprendido a estar contento en cualquier circunstancia (Filipenses 4,11-13). Esta sabiduría, este contentamiento, no vino de leer un manual o escuchar una charla, sino de vivir experiencias con Dios en su día a día. De manera similar, el retiro no es algo que se pueda aprender o entender completamente con palabras, sino que debe ser vivido y experimentado.

La Sorpresa Como Parte del Proceso

Otra razón por la que no se revelan detalles es porque muchas veces los retiros están diseñados para llevar a los participantes a un viaje espiritual, donde la sorpresa y el descubrimiento juegan un papel fundamental. Por ejemplo, puede haber momentos de reflexión profunda, momentos de risa, momentos de oración intensa, y sí, tal vez incluso lágrimas. Pero todos estos momentos están entrelazados de manera que conducen a una mayor comprensión de uno mismo y de la relación con Dios.

Si te dijeran exactamente cuándo y cómo ocurrirá cada cosa, tu mente ya estaría preparada para lo que viene, y perderías la oportunidad de experimentar el impacto genuino de esos momentos. Es como cuando lees el final de un libro antes de empezarlo: puede que sigas disfrutando del viaje, pero algo del asombro y la emoción se pierden.

Confianza en el Proceso

Entiendo que pueda ser difícil confiar en algo que no conoces completamente. Pero aquí es donde entra la fe. Así como confiamos en que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, aunque no siempre lo veamos claro, también podemos confiar en que el retiro está diseñado para nuestro bien espiritual. Los organizadores, que a menudo son personas de profunda fe y experiencia, han preparado cada detalle con oración y discernimiento, buscando siempre el mayor bien para los participantes.

En Proverbios 3,5-6 se nos aconseja: "Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo en todos tus caminos y él allanará tus sendas". Esto también se aplica a la experiencia del retiro. Se nos invita a confiar en que lo que viviremos allí es lo que necesitamos, aunque no lo entendamos completamente de antemano.

Una Experiencia Común pero Única

Finalmente, es importante recordar que aunque muchas personas han vivido retiros y han salido transformadas, cada experiencia es única. Lo que para uno puede haber sido el momento más impactante, para otro puede haber sido algo secundario. Dios trabaja de maneras misteriosas y personales, y lo que te espera en un retiro es algo que sólo tú puedes descubrir.

Así que, si te encuentras ante la posibilidad de asistir a un retiro y sientes esa mezcla de curiosidad y reticencia porque nadie te quiere decir exactamente de qué se trata, te animo a dar el paso con fe. Piensa en los retiros como un regalo envuelto: la verdadera alegría y bendición vienen cuando finalmente te atreves a abrirlo y ver lo que hay dentro.

Y después, cuando lo hayas vivido, serás tú quien dirá a otros: "No te lo puedo decir, tienes que vivirlo". No por mantener un secreto, sino porque sabrás que las palabras simplemente no son suficientes para describir algo tan profundo y personal.

En resumen, el "secretismo" en los retiros no es para mantenerte en la oscuridad, sino para permitirte experimentar algo que va más allá de las palabras. Así que, si tienes la oportunidad, ¡anímate a vivirlo! Estoy seguro de que será una experiencia que tocará tu corazón de maneras que ni siquiera puedes imaginar ahora. Y quién sabe, tal vez ese sea el momento en que descubras algo nuevo y profundo sobre tu fe, sobre Dios, y sobre ti mismo.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

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