La policía de Indonesia logró frustrar un atentado contra el papa Francisco durante su visita de tres días al país asiático, que culminó ayer. Siete personas fueron detenidas en relación con el presunto complot, según informó la unidad antiterrorista indonesia, Densus-88. Los arrestos tuvieron lugar entre el 2 y 3 de septiembre en las ciudades de Bogor, a unos 50 kilómetros de Yakarta, y en Bekasi, al este de la capital.
En un comunicado emitido por las autoridades, se confirmó que los detenidos planeaban un ataque contra el pontífice. Durante el registro en la vivienda de uno de los sospechosos, la policía encontró un dron, arcos, flechas y propaganda relacionada con el grupo terrorista Estado Islámico, lo que refuerza la hipótesis de un intento de atentado coordinado.
El portavoz de Densus-88, el coronel Aswin Siregar, explicó que los implicados difundieron “amenazas en forma de propaganda o amenazas terroristas a través de las redes sociales en respuesta a la llegada del Papa”. Siregar también reveló que los sospechosos habían amenazado con “incendiar los lugares” donde el Papa tenía programadas sus actividades. Sin embargo, hasta el momento, no se ha podido confirmar si los siete detenidos actuaban como una célula terrorista organizada o de manera independiente.
Antecedentes terroristas y vínculos con atentados previos
El diario The Straits Times ha informado que uno de los arrestados está vinculado al mismo grupo terrorista responsable del ataque en 2019 contra Wiranto, el exministro de Defensa de Indonesia. En dicho incidente, Wiranto fue apuñalado y herido por dos islamistas radicales, lo que ha llevado a las autoridades a investigar posibles conexiones entre este grupo y los planes de atentado contra el Papa.
Uno de los objetivos principales de los terroristas parecía ser la mezquita Istiqlal de Yakarta, la más grande del sudeste asiático, lugar que Francisco visitó sin que se produjeran incidentes. Durante su visita, el pontífice se reunió con líderes de seis religiones diferentes en un encuentro interreligioso realizado en la explanada de la mezquita. Este espacio sagrado está conectado a la catedral católica de Nuestra Señora de la Asunción por el simbólico ‘Túnel de la Amistad’, que representa la coexistencia pacífica entre ambas religiones.
Diálogo interreligioso y mensaje de paz
Durante la visita, el papa Francisco y el gran imán de la mezquita, Nasaruddin Umar, firmaron la llamada Declaración de Istiqlal, un documento que promueve el diálogo interreligioso y busca eliminar cualquier asociación entre la fe y la violencia. La firma de esta declaración es vista como un gesto significativo en la búsqueda de la paz y la comprensión mutua entre las religiones, reafirmando la importancia del respeto a la diversidad de creencias.
El viaje del Papa a Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo, también tenía un fuerte componente diplomático. La Santa Sede buscaba poner en valor el islam moderado que predomina en el país, un modelo de convivencia pacífica entre religiones en contraste con el extremismo que se manifiesta en otras partes del continente asiático.
A pesar de las amenazas y el riesgo de atentado, el viaje del papa Francisco concluyó sin incidentes, reforzando su mensaje de paz, diálogo y respeto entre religiones. La rápida actuación de la policía indonesia y la colaboración de las autoridades locales permitieron evitar lo que podría haber sido una tragedia de gran magnitud, y la visita papal sigue siendo un paso importante hacia la construcción de puentes entre credos en una región marcada por tensiones religiosas.
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