Prácticamente ‘renunciar a la fe’, así se define la apostasía, en cuestión a lo religioso. Las personas “apostatas”, exigen se les elimine de cualquier registro que los involucre a una religión, asimismo, se deje de usar su nombre para cualquier comunicado dentro de dicha congregación.
Todo un movimiento, las personas apóstatas aseguran que se les bautizó forzosamente, declarando que, al ser bebés, sus padres tomaron una decisión “personal e íntima”.
Aunque diversas iglesias y religiones permiten bautizar a sus congregantes durante la edad adulta, o bien, en la adolescencia y bajo su propio criterio, en México el acto del bautizo sigue siendo un evento primordial, como lo es la comunión y la confirmación.
Tanto en México como en otros países latinoamericanos como Chile, Uruguay o Argentina, han crecido los movimientos pro-apostasía y promueven por medios de canales de YouTube, TikTok o páginas de facebook el trámite para apostatar de la fe católica.
Algunas veces programan eventos con dicho fin, a los que suelen nombras "apostasía colectiva" y los asistentes hacen largas filas afuera de la catedral de la diócesis en turno para solicitar ser borrados de las listas de los bautizados.
Aunque no han dado cifras oficiales, las autoridades de la Iglesia en México reconoce que en la última década se han disparado descomunalmente las peticiones formales para realizar el trámite de apostasía.
El “trámite” de la apostasía consiste en presentar una carta a la diócesis a la que pertenece la parroquia o iglesia donde te bautizaron, confesando tus deseos de apostatar y dejar de pertenecer a la iglesia católica. Algunos sitios como www.apostasia.com.ar sugieren detallar las razones, así como invitarlo a usar cartas ‘muestra’, para que su solicitud tenga mejor presencia.