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Desesperado clamor del Papa por la paz: "Ninguna guerra vale las lágrimas de una madre que ha visto a su hijo mutilado o muerto"


El papa Francisco volvió hoy a clamar por la paz en el mundo y aseguró que "ninguna guerra vale las lágrimas de una madre que ha visto a su hijo mutilado o muerto" y "ninguna guerra vale la pérdida de la vida ni siquiera de una persona", en un discurso que fue leído en el VI Foro de la Paz que se celebra hoy en París.

En su mensaje, publicado por el Vaticano, el papa reiteró que "la paz no se construye con las armas sino mediante la escucha paciente, el diálogo y la cooperación" y "que siguen siendo los únicos medios dignos de la persona humana para resolver los conflictos".

Recordó el pontífice argentino que este evento, impulsado por el presidente francés Emmanuele Macron, este año "tiene lugar en un contexto global extremadamente doloroso, mientras observamos impotentes la multiplicación de los conflictos armados, con su variedad de sufrimiento, injusticia y daños".

El Papa Francisco mencionó "el derecho inalienable a la legítima defensa, así como la responsabilidad de proteger a aquellos cuya existencia está amenazada", pero pidió admitir que "la guerra es siempre una derrota para la humanidad".

"Ninguna guerra vale las lágrimas de una madre que ha visto a su hijo mutilado o muerto; ninguna guerra vale la pérdida de la vida ni siquiera de una persona, un ser sagrado, creado a imagen y semejanza del creador; ninguna guerra vale el envenenamiento de la casa común; y ninguna guerra merece la desesperación de quienes se ven obligados a abandonar su patria", agregó.

El papa aseveró que la "construcción de la paz es una obra lenta y paciente que requiere la valentía y el compromiso concreto de todas las personas de buena voluntad que tienen en el corazón el presente y el futuro de la humanidad y del planeta".

"La paz duradera se construye día a día, mediante el reconocimiento, el respeto y la promoción de la dignidad de la persona humana y de sus derechos fundamentales", agregó.

Y aprovechó este mensaje para lanzar de nuevo su llamamiento para "repensar la producción y comercio de las armas, instrumentos de muerte y destrucción" y para que se "tome de manera resolutiva el camino de un desarme progresivo, pero integral"

10 versículos de la biblia donde Dios condena la guerra y nos llama a construir la paz.


Deseo explorar contigo la profunda sabiduría de la Biblia en relación con la condena de la guerra. A través de diversos pasajes, Dios nos presenta su deseo de paz y reconciliación entre las naciones y sus hijos. Permíteme compartir contigo diez versículos bíblicos que subrayan esta enseñanza y ofrecerte una breve explicación de cada uno.

1. Éxodo 20, 13: "No matarás."

Este mandamiento es claro en su condena de la violencia y la guerra. Dios nos ordena preservar la vida y evitar la destrucción.

2. Mateo 5, 9: "Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios."

Jesús nos presenta la paz como una bendición divina y nos insta a ser pacificadores en un mundo lleno de conflictos.

3. Romanos 12, 18: "Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos."

San Pablo nos anima a esforzarnos por la paz y a buscarla activamente en nuestras relaciones y en el mundo.

4. 1 Corintios 14, 33: "Pues Dios no es un Dios de desorden, sino de paz."

Este versículo nos recuerda que Dios es el autor de la paz y que la guerra va en contra de su naturaleza.

5. Santiago 3, 18: "El fruto de la justicia se siembra en paz para los que trabajan por la paz."

La paz y la justicia están entrelazadas en este versículo. La paz verdadera solo puede existir cuando se basa en principios justos.

6. Isaías 2, 4: "Él juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, y de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra."

Esta profecía nos presenta una visión de un mundo donde las armas se transforman en herramientas para la agricultura, simbolizando la paz y la prosperidad.

7. Miqueas 4, 3: "Ellos forjarán de sus espadas rejas de arado, y de sus lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra."

Similar al pasaje de Isaías, esta profecía subraya la eliminación de la guerra y la transformación de las armas en instrumentos pacíficos.

8. Mateo 26, 52: "Vuelve la espada a su sitio, porque todos los que toman la espada perecerán por la espada."

Jesús advierte sobre las consecuencias destructivas de la violencia y cómo aquellos que viven por la espada también perecerán por ella.

9. Efesios 2, 14: "Porque él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba."

San Pablo nos presenta a Cristo como la fuente de nuestra paz, derribando las barreras que nos separan y creando unidad y armonía.

10. Apocalipsis 21, 4: "Enjugará Dios toda lágrima de sus ojos, ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado."

Este pasaje nos muestra la visión escatológica de un mundo futuro donde la paz reinará y toda forma de sufrimiento, incluida la guerra, será erradicada.

Estos versículos nos instan a trabajar por la paz y a ser constructores de un mundo donde la violencia y la guerra sean reemplazadas por la reconciliación y el amor. La Biblia católica nos guía hacia la comprensión de que la paz es un don divino y una responsabilidad humana. Que estos versículos iluminen tu camino y te inspiren a promover la paz en tu vida y en el mundo que te rodea.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

Oración urgente para implorar por la paz entre Israel y Palestina.


Oh, Padre celestial, Dios de amor y misericordia, nos dirigimos a Ti en este momento de profundo dolor y angustia por la situación que vive la Tierra Santa, la tierra bendecida por los pasos de Tu amado hijo, Jesucristo. En este momento, donde la violencia y el conflicto amenazan la paz entre Israel y Palestina, clamamos a Ti, oh Señor, para que derrames tu gracia y tu compasión sobre tus hijos que sufren.

En el lugar donde nació, vivió y predicó nuestro Salvador, Jesucristo, pedimos que envíes tu Espíritu Santo para consolar los corazones heridos y guiar a aquellos que tienen el poder de tomar decisiones. Que el Espíritu de la paz descienda sobre las mentes y los corazones de aquellos que están atrapados en el ciclo de la violencia, para que encuentren el camino hacia la reconciliación y la justicia.

Madre María, Reina de la Paz, te imploramos que intercedas por los hijos de esta tierra sagrada. Tú, que experimentaste el sufrimiento y la pérdida, comprendes el dolor de aquellos que lloran por sus seres queridos. Intercede por ellos ante tu Hijo, para que Él derrame su misericordia sobre cada alma herida y restaure la esperanza en medio de la desesperación.

Elevamos nuestras voces hacia Ti para implorar por las almas de aquellos que han perdido la vida en medio de este conflicto desgarrador. Te pedimos, Señor, que recibas en tus brazos de misericordia a todas las almas que han partido de este mundo demasiado pronto, independientemente de su origen o creencias.

Dios compasivo, sabemos que cada vida perdida es una tragedia que trasciende las barreras humanas y llega directamente a tu corazón amoroso. Te pedimos que concedas paz a las almas de los fallecidos, que encuentren consuelo en tu presencia eterna y que su sufrimiento terrenal sea recompensado con la luz perpetua de tu amor divino.

Te pedimos, Señor, que ilumines a los líderes y a todos los involucrados en este conflicto con la sabiduría divina para encontrar una solución pacífica y justa. Ayúdales a comprender que la verdadera victoria se encuentra en la paz duradera y en el respeto mutuo. Concédeles coraje para superar las barreras del odio y construir puentes de comprensión y perdón.

Que tu amor y tu gracia desciendan sobre Israel y Palestina, sobre judíos, cristianos y musulmanes por igual. Que la paz florezca como un lirio en el desierto, y que esta tierra, tan preciosa para todos nosotros, sea un testimonio viviente de tu amor redentor.

En el nombre de Jesús, el Príncipe de la Paz, oramos. Amén.

La guerra es inmoral: Desde Juan XXIII a Pablo VI y Francisco


El 25 de octubre de 1962, Juan XXIII dirigió un mensaje “a todos los hombres de buena voluntad”, texto que   ya había enviado a las embajadas soviética y americana en Roma y donde el papa pedía el inicio de las negociaciones para poner fin a un conflicto entre EE.UU. y Rusia. 

El día 26, Khrushchev envió una carta a Kennedy, donde proponía un debate sobre desarme y donde pedía que Cuba no fuese invadida por las tropas americanas. Kennedy por su parte, respondía prometiendo que cesaría el bloqueo a la isla, si la URSS sacaba las rampas de misiles soviéticos. Finalmente, el 28 de octubre, Khrushchev aceptaba la propuesta de Kennedy. 

Juan XXIII se dirigió a los lideres involucrados llamando a que  hicieran todo lo que esté en sus manos para salvar la paz. Así evitarán al mundo los horrores de una guerra cuyas terribles consecuencias no se pueden prever» 

De esta conciencia surgió -en abril de 1963- la Encíclica Pacem in Terris. Encíclica citada por el papa Francisco en Fratelli Tutti. 

En el nº 260 de “Fratelli Tutti”, Francisco dice: “...Como decía san Juan XXIII, «resulta un absurdo sostener que la guerra es un medio apto para resarcir el derecho violado»  

Reforzó la convicción de que las razones de la paz son más fuertes que todo cálculo de intereses particulares y que toda confianza en el uso de las armas. Pero no se aprovecharon adecuadamente las ocasiones que ofrecía el final de la guerra fría ...y se cedió a la búsqueda de intereses particulares sin hacerse cargo del bien común universal. Así volvió a abrirse camino el engañoso espanto de la guerra...”[243] Carta enc. Pacem in terris (11 abril 1963), 127: AAS 55 (1963), 291. 

Carrera de armamentos 

Ya en 1963 escribía el Papa Juan XXIII estas necesarias y actuales reflexiones: 

Vemos, con gran dolor, cómo en las naciones económicamente más desarrolladas se han estado fabricando, y se fabrican todavía, enormes armamentos, dedicando a su construcción una suma inmensa de energías espirituales y materiales. Con esta política resulta que, mientras los ciudadanos de tales naciones se ven obligados a soportar sacrificios muy graves, otros pueblos, en cambio, quedan sin las ayudas necesarias para su progreso económico y social. (Pacem in terris nº 109).

Y argumentaba que:

La razón que suele darse para justificar tales preparativos militares es que hoy día la paz, así dicen, no puede garantizarse sí no se apoya en una paridad de armamentos. Por lo cual, tan pronto como en alguna parte se produce un aumento del poderío militar, se provoca en otras una desenfrenada competencia para aumentar también las fuerzas armadas. Y si una nación cuenta con armas atómicas, las demás procuran dotarse del mismo armamento, con igual poder destructivo. (nº 110) 

La consecuencia es clara: los pueblos viven bajo un perpetuo temor…Y además, aunque el poderío monstruoso de los actuales medios militares disuada hoy a los hombres de emprender una guerra, siempre se puede, sin embargo, temer que los experimentos atómicos realizados con fines bélicos, si no cesan, pongan en grave peligro toda clase de vida en nuestro planeta. (nº 111). 

No se debe permitir -advertía nuestro predecesor, de feliz memoria, Pío XII- que la tragedia de una guerra mundial, con sus ruinas económicas y sociales y sus aberraciones y perturbaciones morales, caiga por tercera vez sobre la humanidad. (nº 112) 

"…En nuestra época, que se jacta de poseer la energía atómica, resulta un absurdo sostener que la guerra es un medio apto para resarcir el derecho violado. (nº 127).

Tampoco el argumento de la disuasión debe ser aceptado

Sin embargo, vemos, por desgracia, muchas veces cómo los pueblos se ven sometidos al temor como a ley suprema, e invierten, por lo mismo, grandes presupuestos en gastos militares. justifican este proceder -y no hay motivo para ponerlo en duda-diciendo que no es el propósito de atacar el que los impulsa, sino el de disuadir a los demás de cualquier ataque. (Nº 128).

La Paz es más que una ausencia de guerra 

“La paz no se reduce a una ausencia de guerra (…) se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia más perfecta entre los hombres”. Esta relación entre el progreso y la paz le llevó a afirmar que “el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”. Un desarrollo integral que alcanzara a toda la humanidad era para Pablo VI la garantía de estabilidad y de paz. 

Pablo VI dijo en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (4 octubre 1965): “..Nuestro mensaje nace de nuestra experiencia histórica. Es como “experto en humanidad” que aportamos a esta Organización el sufragio de nuestros últimos predecesores... convencidos como estamos de que esta Organización representa el camino obligado de la civilización moderna y de la paz mundial…. Nunca jamás los unos contra los otros; jamás, nunca jamás. ¿No es con ese fin sobre todo que nacieron las Naciones Unidas: contra la guerra y para la paz? 

Las relaciones entre los pueblos deben regularse por el derecho, la justicia, la razón, los tratados, y no por la fuerza, la arrogancia, la violencia, la guerra y ni siquiera, por el miedo o el engaño. Y pide que nunca jamás los unos contra los otros; jamás, nunca jamás. 

Fin de la idea de “guerra justa”

El Papa Juan XXIII, en su encíclica Pacem in Terris, cuestionó el concepto de guerra justa. 

Hasta las dos últimas guerras mundiales, se justificaba lo que llamaban “teología de la guerra justa”. Hoy esto, afortunadamente, ha evolucionado y se ve con claridad que la guerra no es una solución. 

Una vez iniciado el Concilio Vaticano II, la Iglesia comenzó a desarrollar una doctrina de paz. Este mensaje se expresa, año tras año, en el inicio de enero. Estamos ante una gran aportación del Magisterio eclesial. 

En la constitución del Vaticano II, Gaudium et Spes,  se decantan por la obligación de evitar la guerra. Hay que frenar la crueldad de las guerras.  Dice:  “...La paz no es la mera ausencia de la guerra, ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de una hegemonía despótica, sino que con toda exactitud y propiedad se llama obra de la justicia (Is 32, 7). Es el fruto del orden plantado en la sociedad humana por su divino Fundador, y que los hombres, sedientos siempre de una más perfecta justicia, han de llevar a cabo...En la medida en que lo hombres son pecadores, les amenaza el peligro de guerra hasta la venida de Cristo; en la medida en que, unidos en el amor, superan el pecado, se superan también las violencias”. (nº 78).

Jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tanto poder económico, y sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria; nunca el ser humano ha tenido un sentido tan agudo de su libertad, y sin embargo, surgen nuevas formas de esclavitud social y psicológica. Y la humanidad  no está lejos del peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo. 

Hasta las dos últimas guerras mundiales, los teólogos desarrollaron una teología de la guerra justa. Así como del poder de la bomba atómica. Hoy se ve que la guerra no es ya una solución. Los papas Juan XXIII con la encíclica Pacem in Terris y luego con el gran discurso de Pablo VI en las Naciones Unidas durante el Concilio, comenzaron a desarrollar una doctrina de paz. Y esta idea se ve todos los años en los discursos del 1 de enero. 

“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos…” (Mt 5,9). Jesús llama así a los pacíficos, ¿cómo, entonces, se puede apoyar la idea de ir a la guerra? Por otra parte, en el libro del Éxodo se dice, en referencia, a los diez mandamientos: “No mates” (Ex. 20,13). 

Cuando San Agustín comienza a escribir acerca de la “Guerra justa”, plantea algunos debates relevantes desde el punto de vista de la justicia. Uno de ellos se refiere a si la paz es preferible a la guerra. Su conclusión es que no siempre lo es. Afirma que la paz posee un valor intrínseco. 

Lo que se deduce de los escritos de San Agustín, es que descarta las guerras ofensivas –ésa sería la regla de oro-. Es preciso que exista un agravio previo para tomar las armas. La noción de legítima defensa está presente en su razonamiento.

El concepto de guerra justa es una cosa que pertenece al pasado. Lo defendía santo Tomás de Aquino en caso de legítima defensa. Pero en nuestro tiempo no tiene ya validez, porque los seres humanos tienen otros medios para poder resolver los conflictos entre los pueblos, dijo el papa Juan Pablo II en el transcurso de una conversación con los periodistas que le acompañaban en su viaje de regreso a Roma desde el Reino Unido (2 de junio de 1982).

Frenar la crueldad de las guerras 

El concilio aborda la obligación de frenar las guerras

“A pesar de que las guerras recientes han traído a nuestro mundo daños gravísimos materiales y morales, todavía a diario en algunas zonas del mundo la guerra continúa sus devastaciones. Es más, al emplear en la guerra armas científicas de todo género, su crueldad intrínseca amenaza llevar a los que luchan a tal barbarie, que supere, enormemente la de los tiempos pasados.

El Concilio Vaticano II, nos insta a preparar una época en que, por acuerdo de las naciones, pueda ser absolutamente prohibida cualquier guerra. Esto requiere el establecimiento de una autoridad pública universal reconocida por todos, con poder eficaz para garantizar la seguridad, el cumplimiento de la justicia y el respeto de los derechos.../ La paz ha de nacer de la mutua confianza de los pueblos y no debe ser impuesta a las naciones por el terror de las armas; por ello, todos han de trabajar para que la carrera de armamentos cese finalmente, para que comience ya en realidad la reducción de armamentos, no unilateral, sino simultánea, de mutuo acuerdo, con auténticas y eficaces garantías.../

Debemos procurar, con todas nuestras fuerzas, una época en que, por acuerdo de las naciones, pueda ser absolutamente prohibida cualquier guerra. Esto requiere el establecimiento de una autoridad pública universal reconocida por todos, con poder eficaz para garantizar la seguridad, el cumplimiento de la justicia y el respeto de los derechos…/ 

La paz ha de nacer de la mutua confianza de los pueblos y no debe ser impuesta a las naciones por el terror de las armas; por ello, todos han de trabajar para que la carrera de armamentos cese finalmente, para que comience ya en realidad la reducción de armamentos, no unilateral, sino simultánea, de mutuo acuerdo, con auténticas y eficaces garantías…/ 

Mentalidad nueva ante la guerra

El horror y la maldad de la guerra se acrecientan inmensamente con el incremento de las armas científicas. Con tales armas, las operaciones bélicas pueden producir destrucciones enormes e indiscriminadas, las cuales, por tanto, sobrepasan excesivamente los límites de la legítima defensa. Es más, si se empleasen a fondo estos medios, que ya se encuentran en los depósitos de armas de las grandes naciones, sobrevendría la matanza casi plena y totalmente recíproca de parte a parte enemiga, sin tener en cuanta las mil devastaciones que parecerían en el mundo y los perniciosos efectos nacidos del uso de tales armas. Todo esto nos obliga a examinar la guerra con mentalidad totalmente nueva…...El riesgo característico de la guerra contemporánea está en que da ocasión a los que poseen las recientes armas científicas para cometer tales delitos y con cierta inexorable conexión puede empujar las voluntades humanas a determinaciones verdaderamente horribles...” (G.S. nº 80). 

Hoy hay que decir que la disuasión nuclear no funciona y que el armamento nuclear es una inmoralidad. La posesión no solamente el uso, es una inmoralidad. Poseer armas nucleares es inmoral, porque poseer lleva a la disuasión y la disuasión lleva a la guerra. Ls guerra siempre es inmoral. Se nos pide trabajar por un mundo nuevo no basado en las armas. En la guerra no hay soluciones Un buen político siempre debe apostar por la paz, un buen cristiano siempre debe elegir la vía del diálogo. Si llegamos a la guerra es porque fracasó la política. Y cada guerra que se inicia es también un fracaso de la humanidad.

La cultura de la guerra

El Papa Benedicto XVI afirmó que la Guerra Santa va contra Dios, durante su discurso en el Aula Magna de la Universidad de Ratisbona, el 12 de septiembre de 2006, ante representantes de la ciencia, en una de las etapas de su viaje a Baviera. En su discurso de análisis entre fe y razón, rechazó cualquier tipo de fanatismo religioso y para ello tomó como ejemplo las conversaciones transcritas por Theodore Khoury entre el emperador bizantino Manuele II Paleólogo y un ciudadano persa sobre el cristianismo y el Islam. Para Benedicto XVI, el emperador, cuando habla de la Yihad (guerra santa), “explica minuciosamente las razones por las que la difusión de la fe mediante la violencia es algo irrazonable. La violencia contrasta con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. “Dios no se complace de la sangre. No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de de Dios. Quien quiere conducir a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, no de actuar con violencia o con amenazas”, dijo el Papa, citando las conversaciones del emperador sobre los versículos del Corán, atribuidos a Mahoma, sobre la “difusión por medio de la espada de la fe que él predicaba”. 

Para Benedicto XVI, la afirmación decisiva de esta argumentación contra la conversión mediante la violencia es que no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. En su discurso, el Papa también habló de Occidente “Una razón que sea sorda a lo divino y relegue la religión al ámbito de las subculturas, es incapaz de entrar en el diálogo de las culturas”. 

“En el mundo occidental está muy difundida la opinión según la cual sólo la razón positivista y las formas de la filosofía derivadas de ella son universales. Pero las culturas profundamente religiosas del mundo consideran que precisamente esta exclusión de lo divino de la universalidad de la razón constituye un ataque a sus convicciones más íntimas”, añadió el Papa, recogiendo el tema de la secularización de Occidente ya expresado el pasado domingo. 

La industria de las armas

La carrera de armamentos es la plaga más grave de la humanidad y perjudica a los pobres de manera intolerable. Las armas científicas no se acumulan exclusivamente para el tiempo de guerra. Puesto que la seguridad de la defensa se juzga que depende de la capacidad fulminante de rechazar al adversario, esta acumulación de armas, que se agrava por años, sirve de manera insólita para aterrar a posibles adversarios. Muchos la consideran como el más eficaz de todos los medios para asentar firmemente la paz entre las naciones. 

Sea lo que fuere de este sistema de disuasión, convénzanse los hombres de que la carrera de armamentos, a la que acuden tantas naciones, no es camino seguro para conservar firmemente la paz, y que el llamado equilibrio de que ella proviene no es la paz segura y auténtica. De ahí que no sólo no se eliminan las causas de conflicto, sino que más bien se corre el riesgo de agravarlas poco a poco. Al gastar inmensas cantidades en tener siempre a punto nuevas armas, no se pueden remediar suficientemente tantas miserias del mundo entero.

El Papa Francisco pide con insistencia el fin de la guerra en Ucrania. Y recordó, con preocupación, las dos guerras mundiales del siglo pasado. “…después de dos tremendas guerras mundiales, después de la Guerra Fría que durante décadas mantuvo al mundo en vilo, en medio de tantos conflictos desastrosos en todas partes del globo, entre tonos de acusación, amenazas y condenas, todavía nos encontramos al borde de un frágil equilibrio y no queremos hundirnos...”

La gran ganadora en toda guerra es la industria armamentista. Este es uno de los negocios más exitosos del mundo. 

La cifra total de las ventas, en plena pandemia, ascendió a 470.000 millones de euros, después de seis años consecutivos de aumentos (Fuente SIPRI). 

Disuasión nuclear

Las 41 compañías de EE.UU. incluidas entre las 100 principales del mundo acapararon el 54% de las ventas totales el año pasado, con 252.000 millones de euros (Fuente: El País). Un día antes de estallar la guerra dichas compañías tenían un valor conjunto de 705.000 millones de euros (era el 23 de febrero) y una semana después (el 2 de marzo) habían subido a 777.000 millones de euros. 

Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, en poco más de una semana el valor de las 15 empresas armamentistas con mayores ventas del mundo –de las que nueve son estadunidenses–, se disparó en alrededor de 71.500 millones de euros, revelan datos de mercado de las diferentes compañías. 

Las grandes empresas europeas de armas son Thales (francesa), Leonardo (italiana), Indra Sistemas (española) y Airbus (Países Bajos). Estas empresas cuentan entre sus accionistas con estos cuatro estados y con los mismos fondos de inversión estadounidenses que poseen acciones de la industria armamentística de Estados Unidos 

Causa especial tristeza darse cuenta de que detrás de todas estas tragedias bélicas, están el ansia de poder y el comercio de armas». Son las palabras del Papa Francisco en la entrevista que le realizó el periodista italiano Domenico Agasso, del periódico La Stampa, y publicada el 18 de noviembre 2022. 

«Me dijeron que si no se fabricaban y vendían armas en un año, se acabaría con el hambre en el mundo. En cambio, siempre prevalece la vocación destructiva, que da lugar a las guerras. Cuando los imperios se debilitan, buscan hacer la guerra para sentirse fuertes, y también para vender armas».

La carrera de armamentos no asegura la paz. En lugar de eliminar las causas de guerra, corre el riesgo de agravarlas. La inversión de riquezas fabulosas en la fabricación de armas siempre más modernas impide la ayuda a los pueblos más necesitados y obstaculiza su desarrollo. El exceso de armamento multiplica las razones de conflictos y aumenta el riesgo de contagio. 

La producción y el comercio de armas atañen hondamente al bien común de las naciones y de la comunidad internacional. Que se termine ya mismo la producción y el comercio internacional de armas.

Con la guerra hay millones que pierden todo, pero hay muchos que ganan millones. Es desolador incluso sospechar que muchas de las guerras modernas se hacen para promocionar armas. Esto se tiene que parar. A los responsables de las naciones, en nombre de Dios, les pido -gritó el Papa Francisco- que se comprometan con firmeza a poner fin al comercio de las armas, que causa tantas víctimas inocentes. Que tengan valentía y creatividad para reemplazar la fabricación de armamento con industrias que promuevan la fraternidad, el bien común universal y el desarrollo humano integral de sus pueblos. 

Frente a ese escenario nos preguntamos: ¿quiénes tienen esos armamentos? ¿qué controles hay? ¿Cómo se frena la lógica que especula con el atesoramiento de ojivas nucleares para la disuasión? 

Guerra de Ucrania ¿se podía haber evitado ? 

La guerra de Ucrania se podía haber evitado. El Papa Francisco, en todo este conflicto, ha puesto la mirada más allá de Europa, en los conflictos periféricos y olvidados de Siria, Yemen, Myanmar, Etiopía, Somalía, lo que él llama la “tercera guerra mundial en etapas”. Es necesario oponerse con toda la fuerza al riesgo de acostumbrarse, o incluso de olvidar, la “trágica realidad” de lo que ocurre en Ucrania, o en cualquier otro lugar, como si fuera algo lejano, y “enfriar el corazón”. «lo que tenemos ante nuestros ojos es una situación de guerra mundial, de intereses globales, de venta de armas y de apropiación geopolítica”. Una tercera guerra mundial ‘a pedazos’, hoy quizás podemos decir ‘total’ (matiza el Papa)y los riesgos para las personas y el planeta son cada vez mayores. San Juan Pablo II.

Oración por Ucrania

Toda guerra genera un cúmulo de sufrimiento. Es una tragedia humana. Esta guerra de Ucrania se podía haber evitado si la OTAN no hubiera rodeado a Rusia con misiles tal como se acordó con Gorbachov en 1991. Sin embargo, Estados Unidos, a través de su maquinaria de guerra, la OTAN, instaló misiles en los países de la antigua URSS en las fronteras con Rusia. Incluso el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, estaba haciendo gestiones para entrar también en la OTAN. 

Esto molestó a Rusia, provocando la intervención militar. Ya se ha recordado que en 1962 la URSS comenzó a instalar misiles en Cuba y el presidente estadounidense John Kennedy lo consideró como una grave amenaza para Estados Unidos. Entonces, para evitar un conflicto bélico mundial, la URSS suspendió el proyecto. Ha faltado capacidad y voluntad política para favorecer el diálogo en el conflicto entre los gobiernos de Rusia, Estados Unidos, la OTAN y el gobierno de Ucrania. 

Los Estados Unidos y los países de la Unión Europea están enviando armamento bélico y grandes sumas de dinero para la guerra de Ucrania. Este no es el camino. La paz no se construye con armas sino con el diálogo, que es la única vía para la resolución de conflictos. No es enviando armas a Ucrania como se apaga la guerra. Es echar más leña al fuego y generar una espiral de violencia que, incluso, puede llegar a la utilización de armas nucleares y esto sería una catástrofe mundial. 

A nivel socioeconómico la guerra está afectando a todo el mundo, particularmente a Europa, por la subida del coste de la vida, debido al encarecimiento del petróleo, gas y electricidad. La guerra la pagamos todos. 

¿Camino de una guerra nuclear?

Estamos en peligro de guerra nuclear. Estados Unidos tiene 800 bases e instalaciones militares en el planeta y representa el 46% del gasto militar en todo el mundo. 

¿No queremos aprender de la historia?. ¿Por qué no aprender de la historia, clama el Papa Francisco? 

El Papa recuerda el peligro de un conflicto bélico nuclear y lo hace rememorando la figura de su predecesor san Juan XXIII, cuando hace 60 años, en el inicio del Concilio Vaticano II fue determinante en evitar una guerra nuclear entre las dos super potencias de entonces, los Estados Unidos y la Unión Soviética, a causa del incidente conocido como “crisis de los misiles de Cuba”. Desde Cuba (distante unos 150 km. de EE.UU) unos misiles nucleares rusos estaban alojados en la Isla. 

El Papa Francisco en el vuelo de regreso a Roma el 6 de noviembre de 2022, después de su viaje apostólico a Bahréin y en relación con la situación de la guerra en Ucrania, comentó: 

“...Al día siguiente del inicio de la guerra -pensé que esto no se podía hacer...-fui a la embajada rusa [ante la Santa Sede] a hablar con el Embajador, que es un buen hombre, que conozco desde hace seis años. Recuerdo un comentario que me hizo entonces: “Nous sommes tombés dans la dictature de l’argent” (Hemos caído en la dictadura del dinero), hablando de la civilización. Un humanista, un hombre que lucha por la igualdad. Le dije que estaba dispuesto a ir a Moscú para hablar con Putin, si era necesario. Me respondió muy cortésmente [el Ministro de Asuntos Exteriores] Lavrov: gracias, respondió, pero que no era necesario por el momento. 

Desde entonces nos hemos interesado mucho. Hablé tres veces por teléfono con el presidente Zelesnky; después con el Embajador ucraniano algunas veces más. Y se hace un trabajo de acercamiento, para buscar soluciones.

Como decía san Juan XXIII, «resulta un absurdo sostener que la guerra es un medio apto para resarcir el derecho violado». Lo afirmaba en un período de fuerte tensión internacional, y así expresó el gran anhelo de paz que se difundía en los tiempos de la guerra fría. Reforzó la convicción de que las razones de la paz son más fuertes que todo cálculo de intereses particulares y que toda confianza en el uso de las armas. Pero no se aprovecharon adecuadamente las ocasiones que ofrecía el final de la guerra fría por la falta de una visión de futuro y de una conciencia compartida sobre nuestro destino común. En cambio, se cedió a la búsqueda de intereses particulares sin hacerse cargo del bien común universal. Así volvió a abrirse camino el engañoso espanto de la guerra. 

Toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal. No nos quedemos en discusiones teóricas, tomemos contacto con las heridas, toquemos la carne de los perjudicados. 

Hoy el Papa Francisco, toma el relevo e insiste en la misma idea.

Carta del Papa Francisco al pueblo ucraniano

En noviembre 2022, cuando se cumplían 9 meses de la invasión rusa en Ucrania, el Papa Francisco escribió una carta al pueblo ucraniano. Menciona a los niños, los jóvenes y adultos, los ancianos.

Queridos hermanos y hermanas ucranianos!

En tu tierra, desde hace nueve meses, se ha desatado la locura absurda de la guerra. 

“Lloro con ustedes por cada pequeño que, a causa de esta guerra, ha perdido la vida, como Kira en Odessa, como Lisa en Vinnytsia, y como cientos de otros niños: en cada uno de ellos la humanidad entera está derrotada.Ahora están en el regazo de Dios…” […]

“...Lloro por vosotros, los ancianos, que en vez de pasar un apacible ocaso habéis sido arrojados a la oscura noche de la guerra.

“…No hay día en que no esté cerca de ustedes y no los lleve en mi corazón y en mi oración”. “Su dolor es mi dolor”, asevera, y sostiene que “en la cruz de Jesús hoy los veo a ustedes, que sufren el terror desatado por esta agresión”…

“…Tantas imágenes sangrientas han entrado en nuestras almas, que nos hacen gritar: ¿por qué? ¿Cómo pueden los hombres tratar así a otros hombres?”.

Menciona a los voluntarios “que se gastan cada día por la gente”. También a los clérigos “que -a menudo con gran riesgo para su propia seguridad- han permanecido cerca de la gente, llevando el consuelo de Dios y la solidaridad…transformando los lugares de la comunidad y los conventos en refugios donde ofrecer hospitalidad, alivio y comida a quienes se encuentran en condiciones difíciles”.

Autor: José Manuel Coviella Corripio

El Papa pide a Putin que: “ponga fin inmediatamente a esta guerra insensata”



- El pontífice ha pedido la paz y la reconciliación para los pueblos de Ucrania, Líbano, Siria, Terra Santa, el Sahel, Yemen,Myanmar,Irán, Haití, Afganistán y del Cuerno de África

- Francisco hace un llamamiento a las autoridades “para que la comida no sea más que un instrumento de paz” en plena “tercera guerra mundial”

El papa Francisco ha vuelto a impartir la bendición Urbi et Orbi en su décima Navidad como pontífice. Un bendición, desde el balcón central de la basílica de San Pedro, que va acompañada de la indulgencia plenaria y de un potente mensaje en el que el pontífice llama la atención ante tantas situaciones olvidadas por la comunidad internacional. En esta ocasión, como sucedió en Pascua, el Papa se ha sentado en breves ocasiones, aunque no en el trono empleado en estas ocasiones por Benedicto XVI sino en una de sus sillas habituales. Acudieron a la Plaza De San Pedro unas 70.000 personas, según las fuentes vaticanas.

Sin anestesia

“Queridos hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero, ¡feliz Navidad!”, ha comenzado diciendo el Papa ante la satisfación de los presentes a quienes deseó que “el Señor Jesús, nacido de la Virgen María, traiga a todos vosotros el amor de Dios, fuente de fe y de esperanza; junto con el don de la paz”. Contemplando la escena de Belén, el pontífice recordó que Jesús “vino a estar entre nosotros en el silencio y en la oscuridad de la noche, porque el Verbo de Dios no necesita reflectores ni el clamor de voces humanas. Él mismo es la Palabra que da sentido a la existencia, la luz que alumbra el camino”.

Jesús, siguió Francisco, “viene para acompañar nuestra vida cotidiana, para compartir todo con nosotros, alegrías y dolores, esperanzas e inquietudes. Viene como un niño indefenso. Nace en el frío, pobre entre los pobres. Necesitado de todo, llama a la puerta de nuestro corazón para encontrar calor y amparo”. “Salgamos del bullicio que anestesia el corazón y nos conduce a preparar adornos y regalos más que a contemplar el Acontecimiento: el Hijo de Dios que nació por nosotros”, añadió.

El camino de la paz

Para Francisco “Jesús, es nuestra paz; esa paz que el mundo no puede dar y que Dios Padre dio a la humanidad enviando a su Hijo” y, añadió, “es también el camino de la paz” porque “con su encarnación, pasión, muerte y resurrección, abrió el paso de un mundo cerrado, oprimido por las tinieblas de la enemistad y de la guerra, a un mundo abierto, libre para vivir en la fraternidad y en la paz”. Por ello invitó a “caminar en pos de Jesús”, despojándonos “de las cargas que nos lo impiden y que nos mantienen bloqueados”. Cargas como “el apego al poder y al dinero, la soberbia, la hipocresía, la mentira” que “imposibilitan ir a Belén, excluyen de la gracia de la Navidad y cierran el acceso al camino de la paz”. Y es que, añadió, “crudos vientos de guerra continúan soplando sobre la humanidad”.

Por eso pidió que contemplando al Niño Jesús “reconozcamos el rostro de los niños que en cada rincón del mundo anhelan la paz”. Rostros como los de “los hermanos y hermanas ucranianos, que viven esta Navidad en la oscuridad, a la intemperie o lejos de sus hogares, a causa de la destrucción ocasionada por diez meses de guerra”. Por ello pidió “que el Señor nos disponga a realizar gestos concretos de solidaridad para ayudar a quienes están sufriendo, e ilumine las mentes de quienes tienen el poder de acallar las armas y poner fin inmediatamente a esta guerra insensata. Lamentablemente, se prefiere escuchar otras razones, dictadas por las lógicas del mundo. Pero la voz del Niño, ¿quién la escucha?”, sentenció. En esta referencia a Ucrania fue el único momento en el que el Papa señaló a la plaza en la que había algunas banderas del país que vive la invasión rusa.

Tercera guerra mundial

Un deseo de paz que llega a “otras regiones, en otros escenarios de esta tercera guerra mundial” como Siria, “todavía martirizada por un conflicto que pasó a segundo plano pero que no ha acabado”, o Tierra Santa, “donde durante los meses pasados aumentaron la violencia y los conflictos, con muertos y heridos”. En este caso pidió “al Señor para que allí, en la tierra que lo vio nacer, se retome el diálogo y la búsqueda de confianza recíproca entre israelíes y palestinos”. Francisco deseo que las comunidades cristianas de Oriente Medio, “a para que en cada uno de esos países se pueda vivir la belleza de la convivencia fraterna entre personas pertenecientes a diversos credos”.

Como en Líbano, “para que finalmente pueda recuperarse, con el apoyo de la comunidad internacional y con la fuerza de la fraternidad y de la solidaridad”; el Sahel, “donde la convivencia pacífica entre pueblos y tradiciones se ve perturbada por enfrentamientos y violencia”. También reclamó “una tregua duradera en Yemen y hacia la reconciliación en Myanmar y en Irán, para que cese todo derramamiento de sangre”. También pidió al Señor “que inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad en el continente americano, a esforzarse por pacificar las tensiones políticas y sociales que afectan a varios países” como es la situación del “pueblo haitiano, que está sufriendo desde hace mucho tiempo”.

Un mundo enfermo de indiferencia

Además de la guerra, Francisco denunció que hay “personas que sufren hambre, sobre todo los niños, mientras cada día se desperdician grandes cantidades de alimentos y se derrochan bienes a cambio de armas”. En concreto, destacó que “la guerra en Ucrania ha agravado aún más la situación, dejando poblaciones enteras con riesgo de carestía, especialmente en Afganistán y en los países del Cuerno de África”. “Toda guerra —lo sabemos— provoca hambre y usa la comida misma como arma, impidiendo su distribución a los pueblos que ya están sufriendo·, reclamó Bergoglio.

Por eso, propuso: “comprometámonos todos —en primer lugar, los que tienen responsabilidades políticas—, para que la comida no sea más que un instrumento de paz”. “Mientras disfrutamos la alegría de encontrarnos con nuestros seres queridos, pensemos en las familias que están más heridas por la vida, y en aquellas que, en este tiempo de crisis económica, tienen dificultades a causa de la falta de trabajo y de lo necesario para vivir”, exhortó. Ante “un mundo enfermo de indiferencia”, que rechaza a Jesús, “como les pasa a muchos extranjeros; o lo ignora, como muy a menudo hacemos nosotros con los pobres. No nos olvidemos hoy de tantos migrantes y refugiados que llaman a nuestra puerta en busca de consuelo, calor y alimento. No nos olvidemos de los marginados, de las personas solas, de los huérfanos y de los ancianos que corren el riesgo de ser descartados; de los presos que miramos sólo por sus errores y no como seres humanos”, recordó el Papa.

“Belén nos muestra la sencillez de Dios, que no se revela a los sabios y a los doctos, sino a los pequeños, a quienes tienen el corazón puro y abierto”, concluyó el Papa. “Como los pastores, vayamos también nosotros sin demora y dejémonos maravillar por el acontecimiento impensable de Diosque se hace hombre para nuestra salvación. Aquel que es fuente de todo bien se hace pobre y pide como limosna nuestra pobre humanidad. Dejémonos conmover por el amor de Dios y sigamos a Jesús, que se despojó de su gloria para hacernos partícipes de su plenitud”, sentenció deseando “¡Feliz Navidad a todos!”

Un increíble milagro en la Noche Buena de 1944, soldados alemanes y norteamericanos hacen la paz y terminan cenando juntos en casa de una desconocida.



Enemigos ardientes a morir eran los batallones estadounidenses y alemanes durante la II Guerra Mundial, pero una situación crítica les llevó a dejar todo de lado debido a que aun siendo desconocidos una madre y su hijo los recibieron en su casa luego de un enfrentamiento mortal con la única regla de cero armas pues era la noche en la que se conmemoraba el nacimiento del Salvador del mundo entero.


La historia que data desde 1944 y recogida por God Reports cuenta como las tropas alemanas y americanas se enfrentaban en gran número dentro de la Batalla de las Ardenas en medio de tormentas de nieve que estallaron inesperadamente en la época, lo que cambió definitivamente el curso de esa guerra para miles de personas y también para unos 9 dentro de un mismo espacio en circunstancias que jamás esperaron.


Dentro del bosque de las Ardenas bajo el frio imponente y la falta de suministros, un soldado americano recibió un disparo en la parte superior de una de sus piernas y se estaba desangrando muy rápido; con hambre y sin lugar para resguardarse de un ataque el soldado herido y otro más que era su compañero deambularon por tres días sin rumbo hasta que consiguieron una cabaña acostando al hombre herido en la nieve.

«Estos dos jóvenes norteamericanos deambulaban desorientados por el tupido bosque de Hürtgen, en la frontera germano-belga, al haber perdido contacto con sus tropas. Uno de los dos presentaba graves heridas, por lo que no podían continuar caminando por aquel terreno cubierto de nieve. Desesperados, se arriesgaron a llegar hasta la puerta de una casa solitaria en busca de ayuda pese a encontrarse esta en el lado alemán», explica el periodista e historiador Jesús Hernández en su libro «Historias asombrosas de la Segunda Guerra Mundial».

Los soldados aliados pidieron ayuda en un hogar local. El frío era en esos momentos insoportable y la nieve caía acumulándose sobre sus cascos. Sin embargo, las condiciones meteorológicas no planteaban ningún problema en comparación con el miedo a caer bajo las garras de los soldados nazis. Y es que, los seguidores de Hitler habían demostrado ya su escasa piedad al haber acabado unos pocos días antes con cientos de prisioneros americanos.

Por suerte para ellos, la puerta de la casa la abrió una amable mujer que -a pesar de las nefastas consecuencias que podría tener para su familia- se ofreció a curar las heridas del soldado aliado. «Además, les invitó a compartir (…) la cena de Navidad , consistente en un suculento asado. Sorprendidos por esta hospitalidad, los norteamericanos aceptaron compartir la cena y pasar la noche en la casa», añade Hernández en su obra.

El invitado menos deseado

Parecía que aquella noche iba a ser perfecta para los soldados aliados quienes, al calor del fuego, decidieron tomar asiento en la mesa dispuestos a degustar una buena cena caliente. En cambio, el destino les tenía reservada una última jugarreta pues, cuando estaban a punto de comenzar a comer, un sonido seco sonó desde la entrada de la casa: alguien llamaba.

La mujer de la casa acogió amablemente a los americanos. La dueña, desconcertada, se levantó y abrió la puerta. Su sorpresa no pudo ser mayor cuando vio que al otro lado se hallaba una pequeña patrulla formada por tres soldados nazis a las órdenes de un sargento. Fuertemente armados, los alemanes pidieron entrar para registrar el hogar ya que, según explicaron, habían seguido unas extrañas huellas de sangre hasta aquella casa.

Una curiosa cena de Navidad

La tensión podía cortarse con un cuchillo de combate, y no se calmó cuando los nuevos visitantes preguntaron si había en el interior de la casa algún enemigo del Führer. «La dueña no se dejó impresionar y respondió desafiante: « Americanos ». Los alemanes empuñaron sus armas, dispuestos a irrumpir en la estancia, cuando ella les dijo con calma: «Vosotros podríais ser mis hijos, y los que están aquí dentro también» . «Uno de ellos está herido –continuó- y están cansados y hambrientos, así que entrad, pero esta noche nadie tiene que pensar en matar», completa el experto español en su obra.

Los nazis decidieron deponer sus armas y sentarse a la mesa con sus enemigos. A su vez, la tierna señora invitó a los soldados de la Wehrmacht a cenar. En principio, los nazis no supieron cómo reaccionar. Indecisos, los soldados miraron perplejos a su superior quién, increíblemente, ordenó a sus subalternos deponer las armas. A continuación, y para asombro de los norteamericanos, los alemanes, pidieron permiso para pasar y se fueron sentando a la mesa junto a sus, hasta ese momento, enemigos .

«Poco a poco, las prevenciones se fueron disipando y la cena acabó discurriendo por unos impensables cauces de compañerismo. Al final, todos entonaron canciones navideñas. (…) A la mañana siguiente, aquella amistad surgida durante la cena no se había esfumado con la llegada del nuevo día; los soldados alemanes indicaron a los americanos como llegar hasta sus propias líneas», finaliza el autor de «Historias asombrosas de la Segunda Guerra Mundial».

Putin está dispuesto a dialogar con el Papa para negociar sobre el fin a la guerra en Ucrania.



Parece que Vladimir Putin está dispuesto a dialogar con el Papa Francisco para hallar una solución a la invasión militar rusa en Ucrania, según fuentes del Kremlin.

«Estamos dispuestos a debatir todo esto con los estadounidenses, con los franceses y con el pontífice», ha señalado el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.

Peskov ha comentado así la iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, que este lunes pidió al Papa Francisco que llamara al presidente ruso, Vladímir Putin, al patriarca de la Iglesia ortodoxa, Kiril, y al presidente estadounidense Joe Biden para impulsar un proceso de paz en Ucrania.

También ha recalcado que «si esto realmente va en el cauce de los esfuerzos para la búsqueda de posibles soluciones, se puede valorar positivamente».

Al mismo tiempo, el portavoz ha indicado que nadie ha propuesto llamar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que aclare «la base legal que prohíbe cualquier tipo de negociación con la parte rusa».

Zelenski ha decretado la decisión sobre la imposibilidad de celebrar negociaciones con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Por eso, Peskov ha insistido en que «Rusia está abierta a todos los contactos. Pero debemos partir de la base de que Ucrania prohibió la continuación de las negociaciones».

El Papa quiere ir a Ucrania en plena guerra: “Ir a Kiev es una posibilidad que está sobre la mesa”



Francisco no descarta la posibilidad de viajar a Kiev. Así lo ha asegurado él mismo, al ser preguntado si está considerando acudir a Ucrania por los periodistas durante el vuelo que le ha trasladado hasta Malta esta mañana. “Sí, está sobre la mesa”, ha afirmado el Papa.

Francisco no ha cesado, desde que el pasado mes de febrero comenzase la invasión rusa a Ucrania, de mover todos los hilos que están en su mano para frenar el conflicto: desde hacer llamamientos por la paz en sus apariciones públicas hasta hablar con las distintas partes involucradas, como el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski; el patriarca de Moscú, Kirill; o, incluso, ha llegado a acudir, por su propio pie a la embajada rusa ante la Santa Sede.

Invitaciones a Ucrania

La posibilidad de viajar a Kiev nació cuando Vitali Klitschko, alcalde de la ciudad, expresó su invitación con el fin de mostrar a su población y al resto del mundo su solidaridad frente a la invasión que sufre el país por parte de Rusia. Klitschko formalizaba su invitación a Francisco por escrito después de pedir en un video grabado junto a su hermano y publicado en las redes sociales a los “líderes espirituales del mundo” que viajaran a Kiev.

El Ayuntamiento de Kiev se ponía, de esta manera, al servicio del Vaticano para ayudar en todo lo que hiciera falta para que se haga realidad una visita del Papa a la ciudad, el cual se uniría a los primeros ministros de Polonia, Chequia y Eslovenia, quienes, como representantes del Consejo de Europa, visitaban la ciudad a mediados de marzo para demostrar el “inequívoco apoyo” de la UE a Ucrania.

Días más tarde, el 22 de marzo, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, mantenía una videoconferencia con el papa Francisco en la que dialogaron sobre “la difícil situación humanitaria” y el bloqueo de los corredores humanitarios por parte de las tropas rusas”.

Asimismo, el presidente ucraniano rogó a Francisco que se comprometiera para que se pudiera alcanzar “un alto el fuego”. Además, le agradeció su insistente llamada a la paz y le aseguró que “la gente de Ucrania siente el apoyo espiritual de Su Santidad”.

El Papa explica porque siente tanta rabia y odio contra la guerra.



El Papa Francisco ha asegurado que siente «rabia y odio» ante las guerras porque lo aprendió de su abuelo, Giovanni Carlo Bergoglio, que participó como soldado en la batalla del Piave (15-23 de junio de 1918), que acabó con una victoria decisiva del ejército italiano durante la Primera Guerra Mundial.

«Él me ha transmitido esta rabia, porque me ha transmitido el sufrimiento de una guerra. Y esto no se aprende en los libros y en otro lugar, se aprende porque los abuelos lo transmiten a los nietos», ha asegurado el Pontífice durante la audiencia general de este miércoles.

En los saludos a los fieles, el Santo Padre, que este viernes consagrará al Corazón Inmaculado de María, Rusia y Ucrania, durante la Celebración de la Penitencia que presidirá en la basílica de San Pedro, ha arremetido contra la compra de armas por parte de los gobiernos, en un momento en que muchos países de la Unión Europa han decidido aumentar el gasto militar para cumplir con el requerimiento de la OTAN de llegar al 2 % del Producto Interior Bruto (PIB).

«No hay victoria en una guerra»

«Recemos para que los gobernantes entiendan que comprar armas y fabricar armas no es la solución al problema. La solución al problema es trabajar todos juntos por la paz y como dice la Biblia hacer de las armas instrumentos para la paz», ha dicho el Papa.

Asimismo, ha asegurado que «con la guerra se pierde todo». «No hay victoria en una guerra. Todo es derrota. Una derrota para toda la humanidad», ha agregado. Y ha pedido: «Que el Señor nos libere de esta necesidad de autodestrucción».

El valor de la ancianidad

Francisco ha dedicado la catequesis al pasaje del Antiguo Testamento en el que Dios muestra a Moisés, ya anciano, las tierras de Canaán, que la Biblia describe como fértiles porque incluso fluían leche y miel, por lo tanto, debía ser conquistada por el pueblo de Dios.

El Papa ha criticado que en las sociedades occidentales «los viejos sean material de descarte» porque la historia y la fe no se aprenden de los libros. «La explicación directa de persona a persona tiene tonos y modos de comunicación que ningún otro medio puede sustituir», ha asegurado.

De este modo ha ahondado en la idea de que los ancianos «son la memoria viviente de un pueblo» y los «nietos deben escuchar a los abuelos». Y ha objetado: «Algunos proponen incluso abolir la enseñanza de Historia como si hubiéramos nacido ayer. Transmitir la fe es contar la experiencia de fe», ha concluido. Algo que ha contrapuesto a las ideologías: «No es fiel la ideología, la propaganda», ha destacado.

¿Es cierto que la Virgen de Medjugorje dio un mensaje sobre la guerra en Ucrania?



Ha circulado a través de las redes, y especialmente a través del servicio de mensajería WhatsApp, un supuesto mensaje de la Virgen de Medjugorje sobre la guerra en Ucrania que habría sido dado al presunto vidente Ivan Dragicevic.

En el mensaje, supuestamente la Virgen María en su advocación de Medjugorje habría dicho que la guerra se extendería a todo el mundo y que era necesario que se abrieran todos los templos del mundo para rezar el Santo Rosario.

Sin embargo Ivan Dragicevic ha declarado públicamente que NO HA RECIBIDO hasta la fecha ningún mensaje de Virgen con respecto al desarrollo de la guerra en Ucrania, ni tampoco ha dado ninguna pauta con respecto a las oraciones que hay que ofrecer. El grupo de oración de Ivan se reúne semanalmente a orar por la paz, pero ni la Virgen ni Ivan ha mencionado nada con respecto a la guerra en Ucrania y su desarrollo.


Además, en dicho mensaje de WhatsApp se menciona al sacerdote canadiense Michel Rodriguez, pero éste no tiene ninguna relación con los videntes de Medjugorje.
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Guerra en Ucrania: Joven decide bautizarse luego de ser convocado al combate


Tras la invasión de Rusia que causó la guerra en Ucrania, diversas ciudades del país se encuentran asediadas por tropas rusas. Una de las ciudades más castigadas por los bombardeos ha sido Kharkiv ( o Járkov) donde el enfrentamiento militar resulta más cruento.

Con el fin de garantizar la defensa del Estado, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky estableció a través de un decreto que todos los hombres entre 18 y 60 años tienen prohibido abandonar el país. Al mismo tiempo, ordenó que comenzara la convocatoria de reclutas y reservistas para sumarse al ejército regular.

Tras el estallido de la guerra en Ucrania muchos civiles acudieron al llamado para defender sus ciudades. La organización Ayuda a la Iglesia Necesitada de México compartió la historia de un joven que decidió recibir los sacramentos antes de ir a combatir.

El tweet comenta: Esta es la foto del bautizo de un joven en la catedral de Járkov, #Ucrania, que pidió recibir este sacramento y el de la Primera Comunión, antes de irse a combatir contra las tropas rusas. Empieza la #guerra, la Iglesia se queda”.

El joven se había estado preparando para el bautismo durante mucho tiempo y pidió recibir los sacramentos al ser movilizado para la guerra y llamado a filas. Recibió el Bautismo y la Comunión en la Catedral Asunción de la Santísima Virgen María.

¿Qué piensas de esta historia?

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Sacerdotes ucranianos bajarán a los refugios antiaéreos a celebrar Misa, anuncia Arzobispo de Kiev.



Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo Mayor de Kiev-Galitzia y toda la Rus, compartió un conmovedor video este 27 de febrero en el que expresó la importancia de celebrar y acudir a Misa en el contexto de la guerra en Ucrania.

“Hoy es domingo, 27 de febrero de 2022. Hemos superado otra noche terrible. Pero después de la noche viene el día, viene la mañana, después de la oscuridad viene la luz”, expresa el arzobispo ucraniano.

“Este domingo celebraremos a Cristo resucitado presente entre nosotros, presente en Ucrania. Pero los habitantes de Kiev no podrán acudir a la iglesia porque hay toque de queda, y toda la gente debe quedarse en casa para no arriesgar su vida”.

“Así -continúa el arzobispo ucraniano- la Iglesia vendrá a ellos. Nuestros sacerdotes bajarán a los sótanos, a los refugios antiaéreos, y allí celebrarán las Divinas Liturgias. La Iglesia está con su pueblo. La Iglesia de Cristo lleva al Salvador Eucarístico a quienes atraviesan momentos críticos en su vida, que necesitan fuerza y esperanza en la Resurrección”.

Y luego hace un pedido a todos los católicos: “Hoy quiero pedir a todos los que puedan venir a la iglesia: vayan y participen en la Divina Liturgia. Ve y participa en la Divina Liturgia. Confiésate hoy y recibe la Comunión. Recibe a Cristo en la Eucaristía y ofrécelo por aquellos que no pueden asistir a la Liturgia este domingo. Ofrecer la Santa Comunión por nuestros soldados. Nuestra vida actual está en sus manos. Ofrécelo hoy por los heridos, los marginados, por los que se han convertido en refugiados de esta sangrienta guerra en Ucrania”.

El Papa Francisco sostuvo una importante llamada con el presidente de Ucrania


El Papa Francisco tuvo una conversación telefónica este domingo con el presidente de Ucrania Volodymyr Zelenski. La confirmación de esta llamada la hizo el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, de acuerdo con la agencia Vatican News.

El Santo Padre llamó al presidente ucraniano en medio de la operación militar que Rusia realiza en territorio ucraniano y cuyas batallas ya han llegado a Kiev, la capital ucraniana.

De acuerdo con la Santa Sede, en la llamada el Papa Francisco expresó “su más profundo dolor por los trágicos acontecimientos que están teniendo lugar en su país”.

A su vez, el presidente ucraniano confirmó la llamada con un mensaje a través de sus redes sociales:

“Di las gracias al Papa Francisco por rezar por la paz en Ucrania y por el alto el fuego. El pueblo ucraniano siente el apoyo espiritual de Su Santidad”, expresó.

Un día antes, el Papa Francisco llamó por teléfono al arzobispo mayor de Kiev-Halyč de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, a quien pidió información sobre la situación en Kiev y en Ucrania y expresó su voluntad de hacer todo aquello que está en sus posibilidades, informó la agencia Vatican News.

El Papa agradeció a la Iglesia greco-católica ucraniana su cercanía al pueblo, su decisión de estar al lado de la gente y colocar a su disposición los sótanos de la Catedral de Kiev, que se han convertido en un refugio.

No dejemos de rezar contra la guerra

Este domingo en su mensaje posterior al rezo del Ángelus, ante fieles reunidos en la plaza de San Pedro que sostenían banderas unidas de Ucrania y Rusia, el Papa Francisco se expresó contra el conflicto armado.

“En estos días hemos sido turbados por algo trágico: la guerra. Numerosas veces hemos rezado para que no se emprendiera este camino. No dejemos de orar, es más, supliquemos a Dios con mayor intensidad” dijo.

“Por eso renuevo a todos la invitación a vivir el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, un día de oración y ayuno por la paz en Ucrania; una jornada para estar cerca de los sufrimientos del pueblo ucraniano, para sentirnos todos hermanos e implorar a Dios el final de la guerra”.

Visitó en persona la embajada rusa

A pesar de un dolor de rodilla por el que la Santa Sede ya ha anunciado que no presidirá el Miércoles de Ceniza, el Papa Francisco visitó el 25 de febrero la embajada de la Federación Rusa ante la Santa Sede ubicada en la Vía de la Conciliación (Roma).

Durante su visita, que duró más de media hora -explicó Matteo Bruni- el Papa quiso expresar al embajador Alexander Avdeev, su preocupación por la guerra en Ucrania ante la evolución de hechos, tras los primeros ataques militares perpetrados por Rusia en territorio ucraniano que comenzaron la noche de ayer, 24 de febrero.

Reza esta oración de San Juan Pablo II por la paz entre Rusia y Ucrania


El conflicto entre Ucrania y Rusia se agrava día a día y, como cristianos, tenemos la obligación de rezar una oración por la paz.

San Juan Pablo II fue un Papa que especialmente se comprometió en la generación amistad entre los pueblos, tendiendo puentes allí donde había un conflicto. Se lo conoció ser el Santo Padre que más impulsó el ecumenismo y el diálogo interreligioso pero sobre todo, y fue conocido como el “Papa peregrino”, además de un activo luchador por la paz.

En el año 1978 intervino en el “Conflicto del Beagle” entre Argentina y Chile que parecían encaminadas a una guerra irremediable. En 1986, en un gesto sin precedentes, convocó a los jefes y representantes de las Iglesias cristianas y de las religiones de todo el mundo a la Jornada Mundial de Oración por la Paz.

Por esta razón, en esta situación tan delicada para la paz mundial, compartimos esta breve pero intensa oración por la paz que San Juan Pablo II rezó en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima.

Y al Creador de la naturaleza y del hombre, de la verdad y de la belleza, suplico:

Escucha mi voz, pues es la voz de las víctimas de todas las guerras y de la violencia entre los individuos y las naciones.

Escucha mi voz, pues es la voz de todos los niños que sufren y sufrirán cuando las gentes pongan su fe en las armas y en la guerra.

Escucha mi voz cuando te ruego que infundas en el corazón de todos los hombres la sabiduría de la paz, la fuerza de la justicia y la alegría de la confraternidad.

Escucha mi voz, pues hablo por las multitudes de todos los países y de todos los períodos de la historia que no quieren la guerra y están preparados a caminar por sendas de paz.

Escucha mi voz y concédenos discernimiento y fortaleza para que podamos responder siempre al odio con amor, a la injusticia con la dedicación total a la justicia, a la necesidad compartiendo de lo propio, a la guerra con la paz.

¡Oh Dios! Escucha mi voz y concede en todo el mundo tu eterna paz.


¡San Juan Pablo II, ruega por nosotros!

Padre Fortea explica por qué el conflicto Rusia-Ucrania no es “la guerra del fin del mundo”



La invasión de Rusia a Ucrania alimentó todo tipo de conjeturas escatológicas que llevaron a que muchos creyentes se preguntaran si la guerra es signo de tiempos apocalípticos.

Recogiendo estas y otras dudas, el padre José Antonio Fortea realizó un video en vivo vía Youtube a través del cual contestó las dudas de muchos seguidores.

La pregunta realizada al Padre Fortea es si esta guerra en Ucrania es el comienzo de la Guerra de Gog y Magog, interpretada en términos apocalípticos como el ataque de los enemigos de la Iglesia. Además, se le preguntó si el Anticristo estaba pronto a revelarse.

“No, no pienso que esta sea la Guerra de Gog y Magog. ¿Por qué? Pues porque la Guerra de Gog y Magog en el Apocalipsis ocurre después del milenio del reinado de Cristo”, comienza diciendo el sacerdote.

Luego continúa: “Hay un tiempo misterioso en el Apocalipsis, que es después de las Siete Copas de la Ira, el demonio es encadenado durante mil años. Y después se le dejará libre, suelto, por un tiempo. Y finalmente vendrá la Guerra de Gog y Magog, y entonces vendrá la Parusía. Entonces vendrá el juicio final y la resurrección de los muertos”.

“Esta no es la Guerra de Gog y Magog, no lo es. Porque para que fuera (…) tendrían que haber caido ya las Siete Copas de la Ira, tendrían que haber sonado las Siete Trompetas“.

En relación a la pregunta sobre el Anticristo, el Padre Fortea opina que, aunque “ciertamente que Putin es una persona que ha cercenado ese don que Dios ha dado a todos los hombre, la libertad. (…) Es un pequeño anticristo pero no es el Anticristo final”.

Finalmente, el sacerdote expresa que espera que el video tranquilice a los creyentes. “Cierto que viene un tiempo de sufrimiento -comenta- pero esto no es que el Anticristo esté ya conquistando”.

¡Oremos por el cese de la guerra en Ucrania!


Rosario por la paz en Ucrania. ¿Cómo rezarlo paso a paso?


El Santo Rosario por la paz en Ucrania puede rezarse utilizando los misterios correspondientes a cada día, considerando las siguientes intenciones.

Dispongámonos en oración.

1. Nos persignamos:

Por la señal de la santa Cruz,

de nuestros enemigos,

líbranos, Señor, Dios nuestro.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

2. Decimos el Yo Pecador:

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.  Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.  Amén.

3. Decimos un Gloria al Padre:

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

4. Iniciamos el Santo Rosario.

Primer Misterio: 

Por las víctimas.   

Santísima Virgen María, te pedimos por todas las víctimas de la violencia: por los heridos y por quienes murieron en los ataques; por quienes duermen en los subterráneos del metro, por miedo a los bombardeos; por las familias que han huido hacia otros países en busca de asilo, llevando tan solo lo que traían puesto. Ruega por ellos.

-Reza un Padre nuestro

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

-Reza 10 Avemarías

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (Se repite 10 veces).

-Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Segundo Misterio 

Por la conversión de los atacantes.

Santísima Virgen María, te pedimos por la conversión de todas aquellas personas que por intereses de poder ponen en riesgo la estabilidad de la paz mundial, así como por todos los que apoyan esta agresión y violencia. Ruega por ellos.

-Reza un Padre nuestro

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

-Reza 10 Avemarías

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (Se repite 10 veces).

-Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Tercer Misterio 

Por la comunidad internacional. 

Santísima Virgen María, te pedimos por la comunidad internacional para que colaborare con el pueblo ucraniano con oraciones y donaciones, tanto en especie como económicas. Ruega por ella.

-Reza un Padre nuestro

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

-Reza 10 Avemarías

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (Se repite 10 veces).

-Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Cuarto Misterio

Por la Iglesia en Ucrania y personal de salud

Santísima Virgen María, te pedimos  por los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas que se han quedado a ayudar a la gente, a pesar de que su vida corre peligro. También te pedimos por el personal de salud y todos aquellos que están ayudando a los que sufren. Ruega por ellos.

-Reza un Padre nuestro

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

-Reza 10 Avemarías

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (Se repite 10 veces).

-Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Quinto Misterio

Por el cese del conflicto bélico.

Santísima Virgen María, te pedimos que intercedas antes Dios para que  pronto haya paz en Ucrania y la gente pueda regresar y reconstruir lo que fue bombardeado y seguir adelante. Ruega por ellos.

-Reza un Padre nuestro

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

-Reza 10 Avemarías

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (Se repite 10 veces).

-Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

-Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Oraciones finales

5. Se rezan 3 Avemarías

-Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto, en tus manos ponemos nuestra fe para que la ilumines. Llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

-Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes. Llena eres de gracia…

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

-Dios te salve, María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames. Llena eres de gracia…

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

-Dios te salve, María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.

6. Rezamos La Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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