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25 Cosas que no debes hacer en misa y que tal vez no sabías...

 


25 COSAS QUE NO DEBES HACER EN MISA Y QUE TAL VEZ NO SABÍAS…

¿Levantarte en las ofrendas? ¿Responder al Credo en plural? Pequeños detalles que marcan la diferencia

1. No llegues tarde

Recuerda que Dios te está esperando para colmarte de Su amor, darte Su perdón y un abrazo; hablarte al oído, decirte lo que necesitas oír… Te ha apartado un lugar en Su mesa, no lo dejes esperando…

2. No vistas provocativamente

No uses prendas que puedan distraer o provocar (escote, minifalda, shorts, mallas)

3. No entres sin saludar al Señor

Al llegar persígnate. El está allí, feliz de verte. Agradécele haberte invitado.

4. No te dé pena hacer reverencia o genuflexión

Si pasas frente al altar, que representa a Cristo, haz reverencia. Si pasas frente al Sagrario, donde está Cristo, haz genuflexión (toca el suelo con la rodilla).

5. No masques chicle ni comas o bebas

Sólo se permite agua sola, en caso de necesidad por cuestión de salud.

6. No cruces la pierna

Se considera una postura poco respetuosa. Que tu cuerpo exprese tu devoción.

7. No vale que una misma persona proclame la Lectura y el Salmo

Si ves que sólo hay un lector o lectora, ofrécete a leer, porque las Lecturas y el Salmo deben ser proclamados por distintos lectores (dos entre semana y tres en domingos o días festivos, cuando hay Segunda Lectura).

8. No añadas frases cuando lees las Lecturas o el Salmo.

No leas las letritas rojas ni digas: ‘Primera Lectura’ o ‘Salmo responsorial’, o ‘Segunda Lectura’. Y al final no digas: ‘ésta es la Palabra de Dios’, porque no es explicación, sino rúbrica divina. Sólo di: ‘Palabra de Dios’. Tampoco digas: ‘respondamos al Salmo’; pues no es recitación, el Salmo es en sí la respuesta a la Primera Lectura.

9. Nunca recites el Aleluya

No te adelantes a decir; ‘Aleluya Aleluya’. Espera unos segundos, y de seguro alguien lo cantará, y si ni el padre ni nadie canta, omítelo, pero nunca lo recites.

10. Antes de la proclamación del Evangelio, no te persignes

Sólo debes signarte (trazar tres cruces pequeñas, en frente, labios y pecho).

11. No respondas en plural cuando el Credo se hace en forma de preguntas
Quien preside pregunta en plural: ‘¿Creen en Dios Padre Todopoderoso?’ No respondas: ‘sí creemos’, pues la fe es personal. Responde: ‘sí creo’.

12. No recojas la colecta durante la Oración Universal

La colecta se recoge durante la presentación de los dones (cuando todos están sentados y quien preside sirve el vino en el cáliz, bendice a Dios por los dones del pan y el vino, y se purifica las manos).

13. No te levantes durante la presentación de los dones

A veces alguien se levanta y por imitación se levantan otros; tal vez al ver al padre levantar el cáliz y la hostia creen que es la Consagración, pero no lo es.

14. No te arrodilles apenas termine el ‘Santo’

Hay que esperar a que quien preside la Misa ponga ambas manos por encima del copón y el cáliz y pida al Espíritu Santo que transforme el pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo. Ése es el momento de arrodillarse (si hay campanita, es ahí cuando la tocan).

15. No te sientes durante la Consagración

Si no te puedes hincar, quédate de pie, pero sentarse, a menos que sea por enfermedad o ancianidad, es falta de respeto a Cristo, que se hace presente en el altar.

16. No digas nada en voz alta durante la Consagración

Hay quien en la Consagración dice en voz alta: ‘Señor mío, Dios mío’, pero distrae a quienes están haciendo su propia adoración en silencio.

17. No digas en voz alta: ‘Por Cristo, con Él y en Él…’
 
Es parte de la Plegaria Eucarística y sólo le toca decirla a quien preside la Misa.

18. No te muevas de tu lugar para ir a dar la paz
Sólo debes dar la paz a quienes están junto a ti, no a los de otras bancas. Tampoco aprovechar para ir a felicitar o dar pésame.

19. No comulgues si no te has preparado

Debes haber guardado el ayuno eucarístico (no haber comido o bebido nada, ni mascado chicle, una hora antes de comulgar), y no tener pecado grave.

20. No te formes a comulgar sólo en la fila del sacerdote
Jesús está presente en la Hostia Consagrada, sin importar si lo da el sacerdote o un Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión, que es una persona que ha recibido una preparación especial, ha sido instituida por el obispo, y cuenta con la autorización de la Iglesia para distribuir la Comunión en Misa y llevarla a ancianos y a enfermos.

21. Después de comulgar, no platiques con los demás
Tras comulgar, regresa a tu lugar y habla con el Señor, al que acabas de recibir.

Si no pudiste comulgar, haz una Comunión Espiritual y habla con Él.

22. Cuando acabó la distribución de la Comunión no sigas cantando
Se debe terminar el canto con la última persona que comulga, para dar tiempo a que haya un silencio sagrado que permita a cada persona entrar en diálogo con Dios.

23. Que tu celular no sea distracción

Al llegar a la iglesia pon tu celular en silencio. No te pongas a textear ni a hablar por el celular, porque te distraes tú y distraes a los demás. Dedica toda tu atención al Señor, que te está dedicando toda Su atención a ti en esta cita de amor que es la Misa.

24. No desatiendas a tus pequeños

Enséñalos a disfrutar estar en la casa de su Padre Dios, y a saberse comportar.

25. No te salgas antes ni igual que como llegaste
No te pierdas le bendición con la que se te envía al mundo a dar testimonio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y sal con un propósito nuevo que haya inspirado en ti el Señor, para edificar en el mundo Su Reino de amor.


25 Cosas que no debes hacer en misa y que tal vez no sabías...


25 COSAS QUE NO DEBES HACER EN MISA Y QUE TAL VEZ NO SABÍAS…

¿Levantarte en las ofrendas? ¿Responder al Credo en plural? Pequeños detalles que marcan la diferencia

1. No llegues tarde

Recuerda que Dios te está esperando para colmarte de Su amor, darte Su perdón y un abrazo; hablarte al oído, decirte lo que necesitas oír… Te ha apartado un lugar en Su mesa, no lo dejes esperando…

2. No vistas provocativamente

No uses prendas que puedan distraer o provocar (escote, minifalda, shorts, mallas)

3. No entres sin saludar al Señor


Al llegar persígnate. El está allí, feliz de verte. Agradécele haberte invitado.

4. No te dé pena hacer reverencia o genuflexión

Si pasas frente al altar, que representa a Cristo, haz reverencia. Si pasas frente al Sagrario, donde está Cristo, haz genuflexión (toca el suelo con la rodilla).

5. No masques chicle ni comas o bebas

Sólo se permite agua sola, en caso de necesidad por cuestión de salud.

6. No cruces la pierna

Se considera una postura poco respetuosa. Que tu cuerpo exprese tu devoción.

7. No vale que una misma persona proclame la Lectura y el Salmo


Si ves que sólo hay un lector o lectora, ofrécete a leer, porque las Lecturas y el Salmo deben ser proclamados por distintos lectores (dos entre semana y tres en domingos o días festivos, cuando hay Segunda Lectura).

8. No añadas frases cuando lees las Lecturas o el Salmo.

No leas las letritas rojas ni digas: ‘Primera Lectura’ o ‘Salmo responsorial’, o ‘Segunda Lectura’. Y al final no digas: ‘ésta es la Palabra de Dios’, porque no es explicación, sino rúbrica divina. Sólo di: ‘Palabra de Dios’. Tampoco digas: ‘respondamos al Salmo’; pues no es recitación, el Salmo es en sí la respuesta a la Primera Lectura.

9. Nunca recites el Aleluya

No te adelantes a decir; ‘Aleluya Aleluya’. Espera unos segundos, y de seguro alguien lo cantará, y si ni el padre ni nadie canta, omítelo, pero nunca lo recites.

10. Antes de la proclamación del Evangelio, no te persignes


Sólo debes signarte (trazar tres cruces pequeñas, en frente, labios y pecho).

11. No respondas en plural cuando el Credo se hace en forma de preguntas


Quien preside pregunta en plural: ‘¿Creen en Dios Padre Todopoderoso?’ No respondas: ‘sí creemos’, pues la fe es personal. Responde: ‘sí creo’.

12. No recojas la colecta durante la Oración Universal


La colecta se recoge durante la presentación de los dones (cuando todos están sentados y quien preside sirve el vino en el cáliz, bendice a Dios por los dones del pan y el vino, y se purifica las manos).

13. No te levantes durante la presentación de los dones

A veces alguien se levanta y por imitación se levantan otros; tal vez al ver al padre levantar el cáliz y la hostia creen que es la Consagración, pero no lo es.

14. No te arrodilles apenas termine el ‘Santo’

Hay que esperar a que quien preside la Misa ponga ambas manos por encima del copón y el cáliz y pida al Espíritu Santo que transforme el pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo. Ése es el momento de arrodillarse (si hay campanita, es ahí cuando la tocan).

15. No te sientes durante la Consagración

Si no te puedes hincar, quédate de pie, pero sentarse, a menos que sea por enfermedad o ancianidad, es falta de respeto a Cristo, que se hace presente en el altar.

16. No digas nada en voz alta durante la Consagración

Hay quien en la Consagración dice en voz alta: ‘Señor mío, Dios mío’, pero distrae a quienes están haciendo su propia adoración en silencio.

17. No digas en voz alta: ‘Por Cristo, con Él y en Él…’


Es parte de la Plegaria Eucarística y sólo le toca decirla a quien preside la Misa.

18. No te muevas de tu lugar para ir a dar la paz

Sólo debes dar la paz a quienes están junto a ti, no a los de otras bancas. Tampoco aprovechar para ir a felicitar o dar pésame.

19. No comulgues si no te has preparado

Debes haber guardado el ayuno eucarístico (no haber comido o bebido nada, ni mascado chicle, una hora antes de comulgar), y no tener pecado grave.

20. No te formes a comulgar sólo en la fila del sacerdote

Jesús está presente en la Hostia Consagrada, sin importar si lo da el sacerdote o un Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión, que es una persona que ha recibido una preparación especial, ha sido instituida por el obispo, y cuenta con la autorización de la Iglesia para distribuir la Comunión en Misa y llevarla a ancianos y a enfermos.

21. Después de comulgar, no platiques con los demás

Tras comulgar, regresa a tu lugar y habla con el Señor, al que acabas de recibir.

Si no pudiste comulgar, haz una Comunión Espiritual y habla con Él.

22. Cuando acabó la distribución de la Comunión no sigas cantando

Se debe terminar el canto con la última persona que comulga, para dar tiempo a que haya un silencio sagrado que permita a cada persona entrar en diálogo con Dios.

23. Que tu celular no sea distracción

Al llegar a la iglesia pon tu celular en silencio. No te pongas a textear ni a hablar por el celular, porque te distraes tú y distraes a los demás. Dedica toda tu atención al Señor, que te está dedicando toda Su atención a ti en esta cita de amor que es la Misa.

24. No desatiendas a tus pequeños

Enséñalos a disfrutar estar en la casa de su Padre Dios, y a saberse comportar.

25. No te salgas antes ni igual que como llegaste

No te pierdas le bendición con la que se te envía al mundo a dar testimonio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y sal con un propósito nuevo que haya inspirado en ti el Señor, para edificar en el mundo Su Reino de amor.

Fuente, Desde la fe

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Cuando Dios dice NO. ¿Qué hacer con la oración "sin respuesta"?


CUANDO DIOS DICE NO. ¿QUÉ HACER CON LA ORACIÓN "SIN RESPUESTA"?
Por Tom Ponchak

Permítanme comenzar diciendo que no creo que la oración "sin respuesta" sea un término exacto porque Dios escucha y contesta todas nuestras oraciones. Es solo que a veces la respuesta es "no", y esos a menudo se sienten sin respuesta. Esas son las oraciones que se sienten como si estuvieran, o hayan sido, elevadas a una pared de ladrillos, que han caído de nuevo a la tierra con un ruido sordo. Pero, las oraciones sin respuesta pueden ser bendiciones disfrazadas, incluso si se sienten como pérdidas aplastantes o desgarradoras en ese momento.

Creo que el misterio del "no" de Dios puede ser uno de los obstáculos más desconcertantes y difíciles para los cristianos. Puede estar a la altura del problema del mal, y a menudo los dos se combinan cuando nuestras oraciones aparentemente quedan sin respuesta en medio de la tragedia o el dolor. Puede ser aún más frustrante cuando su oración parece ignorada mientras otros a su alrededor ven sus oraciones respondidas.

Tenía un compañero de cuarto de la universidad que estaba comprometido con su novia de la secundaria. Estaban en su último año y ansiaban su boda y su vida juntos. Luego se enfermó, gravemente enferma. Parecía que todo nuestro campus se unió en oración intercediendo por su curación, pero ella murió. Casi al mismo tiempo conocí a una mujer que luchó con la infertilidad desde que tuvo un aborto con complicaciones cuando era adolescente. Algunos de nosotros habíamos rezado con ella en una ocasión y habíamos escuchado meses después que estaba embarazada. Tengo amigos que han visto una provisión financiera milagrosa que aparentemente salió de la nada a la hora once cuando se perdió la esperanza, y otros que vieron los plazos ir y venir sin rescate.


¿Qué hacemos cuando hemos derramado nuestros corazones a Dios en oración y no sucede nada, o el resultado exactamente opuesto de lo que habíamos estado orando? He encontrado algunas cosas que me han traído consuelo en esos valles.

Mi primer pensamiento consolador es recordar que este no es nuestro hogar. Lo que pase o no pase en esta vida no es el final de la historia. Mi esposa y yo perdimos un bebé por un aborto involuntario hace unos años. A la primera señal de problemas, rezamos, rezamos y rezamos, pero parecía que todas mis oraciones tocaban el techo y no iban a ninguna parte. Fue recordar que este mundo no es el final que me ayudó a través del proceso de duelo. Saber que algún día conocería a mi hijo pondría en perspectiva mi tristeza temporal, pero muy real. San Pablo, un hombre no acostumbrado al dolor y la dificultad, escribió a los corintios: “Para esta leve aflicción momentánea nos está preparando para un peso eterno de gloria más allá de toda medida, porque no miramos lo que se puede ver sino lo que no se puede ver. ser visto; porque lo que se puede ver es temporal.

Otra cosa que me ayuda cuando Dios dice "no" es recordar que él sabe lo que está haciendo, incluso si yo no. Dios es amor. El es nuestro amoroso Padre. Los planes y propósitos de Dios para mi vida están más allá de lo que puedo entender completamente desde mi perspectiva. A veces es difícil confiar en Dios cuando parece que no está escuchando o no le importan mis circunstancias actuales. Mi propio orgullo, miedo o ansiedad pueden nublar mi comprensión y oscurecer mi visión del gran diseño. Precisamente en el momento de tener nuestra oración "sin respuesta", nos enfrentamos a tomar una decisión: ¿dudaré de la bondad de Dios o buscaré su consuelo? En esencia, ¿confío en él solo cuando hace lo que quiero? ¿O confiaré en él cuando no lo entienda? Aprender a confiar en Dios cuando todo dentro de ti está enojado con él y listo para alejarse es un precioso momento de crecimiento espiritual.

Finalmente, nunca desperdicies tu sufrimiento. Puede ser algo pequeño o trivial, o puede ser una cuestión de vida o muerte, cada vez que sentimos que nuestras oraciones son ignoradas o sin respuesta, cada vez que Dios nos dice que no, hay desilusión y un grado de sufrimiento. Cuando unimos nuestro sufrimiento a Jesús, no importa cuán grande o pequeño sea, estamos unidos con él de una manera poderosa y única. Cuando traemos nuestras heridas para tocar sus heridas, podemos inventar "lo que falta en las aflicciones de Cristo en nombre de su cuerpo, que es la Iglesia" (Col. 1:24). Irónicamente, el dolor que experimentamos " la oración sin respuesta se puede usar como una oración en sí misma para otros. Podemos tomar nuestra decepción y ofrecerla a Jesús como un regalo, como un sacrificio, para aquellos que necesitan gracia. Esto puede redimir nuestro sufrimiento.

Fuente: Catholic 365

Ante el Sagrario rezaba sobre qué debía hacer y Dios respondió: rescatar a chicas de la prostitución

La hermana Carla ha creado un hogar para ellas y ve cómo transforman sus vidas

ANTE EL SAGRARIO REZABA SOBRE QUÉ DEBÍA HACER Y DIOS RESPONDIO: RESCATAR A CHICAS DE LA PROSTITUCIÓN
 por Javier Lozano

Todo empezó rezando y se confirmó rezando. Esto es lo que estaba haciendo ante el Santísimo Sacramento la religiosa de los Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, Carla Venditti, para pedir ayuda para preparar una misión popular que realizarían por las calles. En ese momento, delante de Cristo Eucaristía tuvo una intuición que se ha convertido ya en una obra consolidada: ir a las verdaderas periferias que existen en las ciudades occidentales y rescatar a las mujeres de la trata de blancas y que son explotadas sexualmente.

En aquel instante mientras rezaba pensó: “¿quién piensa en las chicas de la calle?”. Y durante varios días regresó al Santísimo con esa misma pregunta. Ahora al lado de donde elevó aquella oración está el hogar de las chicas que esta religiosa de 57 años ha sacado de un verdadero infierno.

"Tienen terror en sus ojos"
Este hogar, situado en la provincia de L´Aquila, se inauguró en noviembre de 2017 y se llama Oasis Madre Celia, tomando el nombre de la fundadora de la congregación a la que pertenece. “No es nada sencillo, algunas tienen terror en sus ojos y en sus corazones”, relata esta religiosa, ante el enorme sufrimiento al que se enfrenta, que tampoco está exento de peligros.


Según cuenta al semanario Credere, ella no era una chica de ir a la iglesia ni de ir a misa. Muchos años después conoció a una monja que resultó ser su catequista de primera comunión.

“Me invitó a participar en un grupo de Acción Católica. Parecía grosero rechazar esta invitación, así que acepté. Me gustó cómo eran aquellos chicos. Estaban comprometidos. De repente empecé a hacerme una pregunta: ‘¿Y si no estoy llamada a la vida matrimonial?’. Después de un viaje de discernimiento, en 1981 entré en un convento y conocí la normalidad hecha de serenidad, de gente alegre, incluso de simplicidad. Inmediatamente me sentí en mi lugar”, explica esta religiosa italiana.

Palabra, Oración y Adoración

Una vez en la congregación empezó a enseñar clase en Primaria y luego empezó a estudiar idiomas. Esta religiosa asegura que “después de 30 años entendí lo que necesitaba para saber inglés: hablar con estas chicas y entenderlas”. Y es que en su gran dedicación a los jóvenes estaba su deseo de que “descubran la belleza de la Palabra, de la Oración y de la Adoración”.

En este clima es cuando el Papa Francisco hizo una invitación a abrir las puertas de los conventos. “Nuestras superioras comenzaron a preguntarse sobre cómo poner en práctica esta solicitud. Nos pidieron que encontráramos una manera, no nos dijeron qué hacer específicamente”.
Y es en este punto donde delante del Santísimo sintió esta inspiración mientras preparaba una misión popular. Tenía que abrir la puerta a las “chicas de la calle” explotadas sexualmente. Se lo comunicó a sus superioras y le dieron rápidamente el visto bueno.

La inauguración de la casa en la que se acogen a estas chicas fue un momento de extraordinaria importancia
El llanto de las chicas rescatadas

Así fue como la hermana Carla ayudada por algún voluntario y entre “gran incertidumbre” fue a una zona en la que ejercían la prostitución mujeres jóvenes tanto rumanas como nigerianas. En realidad no hizo nada especial, pero ellas sí que se sintieron especiales. Les llevó té caliente, ropa y sobre todo su amistad.

“Ocurrió algo maravilloso: ellas, viendo mi hábito, se abrieron y lloraron. Luego comenzaron a pedirnos ayuda, pero no teníamos un lugar para recibirlas”, cuenta.

En ese punto, Carla pidió ayuda a otras instituciones religiosas pero todas estaban desbordadas, así que tuvieron que poner literalmente en práctica el pedido de Francisco y abrir las puertas de su casa. Así nació Oasis.

Las chicas rescatadas deben cumplir unas reglas. “Esto es algo importante. Desde aprender a italiano hasta comer juntos, desde realizar talleres de arte y música hasta la experiencia laboral, desde cursos de cultura general hasta aprender a comprar. Estas chicas necesitan confianza y la vida cotidiana. Pero si traicionan esto saben que se irán. Hasta ahora nunca ha sucedido. Tratamos de revivir su alma primero y el trabajo se encuentra más tarde. Se quedan con nosotras durante aproximadamente un año. Una de ellas, de 23 años, pidió el Bautismo y lo recibió aproximadamente hace un año. Ahora tiene un contrato en la cafetería del hospital, donde lava los platos, y gracias al salario quiere vivir sola: su objetivo es traer a su hija de cinco años, que creció con su abuela en Nigeria”, cuenta esta religiosa italiana.

Este es uno de los casos que han ido dándose de una obra que nació en el Santísimo y que ahora sobrevive gracias a la Providencia. Y de momento no falta.

Fuente religión en libertad

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Homenajearon al médico condenado por negarse a hacer un aborto


HOMENAJEARON AL MÉDICO CONDENADO POR NEGARSE A HACER UN ABORTO

La Democracia Cristiana lo distinguió “por salvar las dos vidas”.

Hace unos diez días, el médico fue declarado culpable por haber incumplido los deberes de funcionario público.

Leandro Rodríguez Lastra es el ginecólogo al que la justicia rionegrina declaró culpable por haber incumplido los deberes de funcionario público tras negarse a practicar un aborto a una chica de 19 años cuyo embarazo era producto de una violación. El Código Penal contempla desde 1921 que, si el embarazo se originó en una violación, el aborto es no punible. La sentencia fue hace unos diez días y, hasta que el fallo no esté firme, Rodríguez Lastra puede ejercer la Medicina.

Durante el acto, algunas mujeres eligieron que el celeste fuera el color de sus pulóveres. “Estamos acá para homenajear a un gran defensor de la vida, alguien que se jugó y se juega por ella”, dijo Alejandra Muchart, titular del Movimiento de Mujeres porteño de la Democracia Cristiana. En la casa antigua de San Cristóbal que aloja al partido político la escuchaban algunos pocos jóvenes y, sobre todo, hombres y mujeres de más de cincuenta años. Varios llegaron con el pañuelo celeste que identifica a los opositores a la legalización del aborto atados a la mochila, a la cartera o anudado al cuello.

El grupo aplaudió las adhesiones al acto: seis varones y una mujer expresaron su apoyo al médico condenado a través de mensajes. Fueron el diputado nacional Juan Fernando Brügge, la ex diputada Cynthia Hotton, el ex ministro de Salud bonaerense Claudio Zin, el ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires -Bruno Screnci Silva-, el periodista Mariano Obarrio, el ex gobernador de Corrientes José Antonio Romero Feris, y el titular de la Asociación Árabe Argentina Islámica, Adalberto Assad. “Salvar vidas no es delito”, escribió en su mensaje el ministro porteño. Esa misma leyenda acompañó las fotos con la cara de Rodríguez Lastra que manifestantes en contra del aborto legal pegaron en las rejas del Congreso este martes, cuando se presentó por octava vez el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo a través de la Cámara de Diputados.


“Lo condenan porque no aplicó ciegamente la ley. ¿Conocen algún juez que aplique ciegamente la ley? Para eso tendríamos computadoras”, afirmó Carlos Traboulsi, presidente de Democracia Cristiana. “Dios sabe colocarnos las cruces y marcarnos el camino hacia el que tenemos que ir. Leandro era una persona totalmente desconocida, cumplía su función de médico en una pequeña ciudad, y ahora le dijeron 'Leandro despertate, llegó tu momento'. Se ha convertido en un símbolo de todos los defensores de la vida”, resaltó.

Fuente lagaceta

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4 Cosas que un Cristiano nunca debería hacer


4 COSAS QUE UN CRISTIANO NUNCA DEBERÍA HACER
Por: Dave Willis

Esta lista es un simple recordatorio de lo que significa vivir en la libertad y la gracia que Dios nos otorgó.

El cristianismo se ha vuelto tan mal entendido. Hemos empezado a verlo como una lista de reglas a seguir en lugar de una vibrante, sanadora, redentora, vivificante relación con nuestro Creador.

De hecho, rara vez me gusta usar la palabra "no puedo" y "cristiano" en la misma frase, porque creo que la esencia de nuestra fe es sobre la libertad y el hecho de que... "Todo lo puedo en aquel que me conforta". (Filipenses 4,13)

Por todas nuestras libertades en Cristo, estoy profundamente preocupado porque muchos de nosotros hemos perdido de vista la esencia del cristianismo.

Aunque nunca se pretendió ser un conjunto de reglas a seguir, hemos adoptado algunas actitudes destructivas y comportamientos que socavan el fundamento sobre el cual nuestra fe debe ser construida.

Esta lista a continuación no es un llamado a ninguna forma de legalismo o cualquier intento de ganar la gracia inmerecida de Dios, sino más bien un simple recordatorio de lo que significa vivir en la libertad y gracia que nuestro Salvador nos dio al dar Su vida para hacernos posible la verdadera felicidad.

Todos los puntos son importantes ¡Recuerde que la gracia de Dios es más grande que nuestros mayores pecados! Abrace Su gracia y avance en una mejor dirección.

Un cristiano NUNCA debería...

1.- Guardar rencor

Mientras leo la Biblia, una de las realidades más serias es que mientras la gracia de Dios para nosotros es ilimitada, Él nos la da en la misma medida en que nosotros la damos a los demás.

En otras palabras, NO podemos recibir la gracia de Dios a menos que también estemos dispuestos a perdonar a las personas que nos han ofendido.

San Agustín dejó una frase muy poderosa:

"¡Sostener un rencor es como beber veneno con la esperanza de que la otra persona muera!"

El mismo Jesús enseña esta importante verdad en muchos lugares, incluyendo su famosa parábola del deudor implacable.

Como cristianos, tenemos que recibir el perdón de Dios y tenemos que compartir el perdón con los demás. Es así de simple. Aquí unas citas bíblicas que te ayudará a reflexionar sobre esto:

"Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo". (Colosenses 3,13)

"Entonces Pedro se acercó a él y le preguntó:" Señor, ¿Cuántas veces debo perdonar a alguien que peca contra mí? ¿Siete veces?" "No, no siete veces", respondió Jesús, "si no setenta veces siete". (Mateo 18,21-22)

2. Desvalorizar o maltratar a los niños.

Vivimos en una cultura que parece valorar más a las mascotas que a los niños. Vivimos en un mundo donde más que nunca, muchos niños están siendo explotados a través de la esclavitud sexual, la trata de seres humanos y otros abusos horrendos y los cristianos deben estar en primera línea en el rescate y la protección de estos niños, pero muy a menudo, la difícil situación de los huérfanos y maltratados es vista como una distracción inconveniente.

También, hay millones de cristianos que apoyan los derechos al aborto, que es la práctica más deshumanizante de nuestro tiempo. No es una cuestión política, sino una parodia moral.

Como cristianos, tenemos que valorar y proteger a los niños desde su concepción.

"La religiosidad pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas cuando están necesitados, y en no contaminarse con el mundo" (Santiago 1,27)

"Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones". (Jeremías 1,5)

"Pero Jesús les dijo: "Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos". Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí". (Mateo 19,14-15)

3.- Uso indebido del sexo
Del mismo está también el mal uso de otra persona para nuestra propia gratificación en el sexo.

Nuestra cultura es la cultura más explotada sexualmente y más explotadora de la historia del mundo. Estamos tan saturados de imágenes de explotación sexual que ni siquiera lo consideramos más extraño que un pez en el océano que no se da cuenta de que está mojado, es el único mundo que conoce.

Como cristianos, estamos llamados a altos estándares de vida, No debemos tener relaciones sexuales fuera del matrimonio o mirar pornografía.

"En cuanto al pecado carnal y cualquier clase de impureza o avaricia, ni siquiera se los mencione entre ustedes, como conviene a los santos" (Efesios 5,3)
"Todo aquel que mira a una mujer con lujuria, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón". (Mateo 5,28)

4.- Estar ansioso, preocupado o asustado.
Esto no parece posible en la superficie, pero Dios siempre nos llama a hacer cosas que no parecen posibles.

En casi todas las páginas de las Escrituras, Dios nos está diciendo que dejemos de preocuparnos y que confiemos en Él. Él claramente quiere que entendamos que Él es más grande que lo que aquello que nos preocupa.

Cuando elegimos pasar por la vida preocupados por el miedo o la duda, estamos permitiendo que la preocupación ocupe la parte de nuestro corazón donde la fe debe vivir.

"No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús". (Filipenses 4,6-7)

"¿Acaso no soy yo el que te ordeno que seas fuerte y valiente? No temas ni te acobardes, porque el Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas".(Josué 1,9)

"Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?". (Mateo 6, 25-27).

Fuente Píldorasdefe.net

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El Papa Francisco admitió que curas y obispos abusaron sexualmente de monjas <<¿Tenemos que hacer algo más? sí >>


EL PAPA FRANCISCO ADMITIÓ QUE CURAS Y OBISPOS ABUSARON SEXUALMENTE DE MONJAS «¿TENEMOS QUE HACER ALGO MÁS? SÍ»

El Sumo Pontífice se refirió a un artículo sobre los abusos contra las mujeres en la Iglesia, publicado por el suplemento femenino de 'L'Observatore Romano'

El papa Francisco admitió este martes que curas y obispos abusaron sexualmente de monjas, dijo en el avión de regreso a Italia desde Emiratos Árabes Unidos ante el requerimiento de una periodista.

"Hubo curas y también obispos que hicieron eso", manifestó el Papa, que nunca antes había tratado este tema pero lo consideró de actualidad en la Iglesia.

A su parecer, este fenómeno es posible encontrarlo "en todas partes", pero está más presente en "algunas congregaciones nuevas y en algunas regiones".

El suplemento femenino del diario vaticano L'Osservatore Romano dedicó su número de febrero al caso de los abusos sexuales y de poder a las religiosas y su directora, Lucetta Scaraffia, pidió a la Iglesia no ignorar esta situación de opresión hacia la mujer.

El pontífice además aseveró que este problema sigue vigente: "Yo creo que todavía se hace. No es que se acabe cuando te das cuenta. La cosa sigue adelante así", consideró.

"Hemos estado trabajando durante mucho tiempo sobre este asunto. Hemos suspendido a varios clérigos que han sido despedidos por esta causa", señaló Francisco, sin mencionar nombres ni países.

"No sé si el proceso (canónico) ha terminado, pero también hemos disuelto algunas congregaciones religiosas femeninas que han estado muy vinculadas a esta corrupción", añadió, y señaló que la Iglesia no puede refugiarse en la negación

"¡¿Tenemos que hacer algo más? Sí. ¿Tenemos la voluntad de hacerlo? Sí!", apostilló el sumo pontífice.

Recientemente, el papa Francisco convocó a los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, del 21 al 24 de febrero de 2019, al Vaticano para hablar de la prevención de los abusos a menores.

Con información de AFP y EFE

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¿Qué debo hacer para ganarme el cielo?


¿Qué debo hacer para ganarme el Cielo?
Por: Xavier Villalta A.
Jesús nos invita a ser santos, a alcanzar el Cielo, pero ¿Qué debemos hacer para lograrlo?

Sería fantástico que todos le hiciéramos al Señor aquella pregunta que un día un joven le planteara: "Maestro bueno, ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?" (Mc. 10, 17; Mt. 19, 16) ¿Cómo me puedo ganar mi entrada al Cielo?

Dejemos que sean las Escrituras las que nos muestren lo que debemos hacer.

1.- CUMPLIR LOS MANDAMIENTOS

A aquel joven Nuestro Señor Jesucristo le respondió así: "Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre" (Mc. 10, 19; Mt. 19, 18)... porque "El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre" (Jn. 14, 21)

San Pablo nos recuerda el camino a seguir:

"Las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.

En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley.

Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias" (Gal. 5, 19-24)

Y lo acentúa:

"El que siembre en su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre en el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna" (Gal. 6, 8)

2.- CREER, PERSEVERAR HASTA EL FINAL Y OBRAR EN CONCORDANCIA A LA FE

Ante esto surge una escusa en mi mente: las tentaciones son muchas, y soy débil, ¿Cómo podré lograr semejante hazaña?, ¿acaso no está escrito que "el adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar" (1 Pe. 5, 8)?... sí, eso es verdad, pero también está escrito que no sufriremos "tentación superior a la medida humana. Y fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito (1 Cor. 10, 13)" y aunque parezca que el león nos va a devorar, si acudimos a Él buscando su auxilio, saldremos victoriosos porque

"Si Dios está por nosotros ¿Quién contra nosotros?" (Rom. 8, 31)

Pero, entonces, ¿no vasta con creer?, ¿no dijo Nuestro Señor a Nicodemo "el que cree en el Hijo tiene vida eterna" (Jn. 3, 36)?, sí, es verdad, lo dijo, y esto no contradice lo anterior, porque quien cree en alguien sigue todo lo que él ha enseñado, por lo tanto quien cree en Cristo Jesús sigue fielmente todas sus enseñanzas (aunque no seamos capaces de entenderlas completamente), no tan sólo las que nos sean más cómodas y fáciles, sino principalmente aquellas que nos cuesta más por nuestra propia debilidad, porque es en esa batalla, "la buena batalla", la que nos permitirá decir al final "he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe" (2 Tim. 4, 7), no me he "cansado de hacer el bien" (2 Tes. 3, 13), tendiendo siempre presente que sólo

"Aquel que persevere hasta el final se salvará" (Mt. 10, 22).

Parte de los frutos de esa batalla son nuestras obras, obras que si son realizadas por amor a Dios no serán olvidadas por Él (Heb. 6, 10), y nos dará como recompensa la deseada vida eterna (Rom. 2, 6-7) y en el día del juicio nos dirá:

"Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver" (Mt. 25, 34)

Probaron vuestra fe gracias a vuestras obras (Sant. 2, 18).

3.- LA EUCARISTÍA

Finalmente, no me puedo olvidar de mencionar otro requisito para lograr el cielo, último en este escrito, pero no el menos importante, veamos que nos dice el Señor:


"En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.

Discutían entre sí los judíos y decían: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?

Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.

Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre". (Jn. 6, 47-58)

Jesús mismo nos indica, en la noche que fue entregado, como podemos comer su carne y beber su sangre, dones que nos darán la vida eterna, ya que

"Tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío. Asimismo tomó también la copa después de cenar diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre" (1 Cor. 11, 23-25; Mc. 14. 22-25; Lc. 22. 19-20; Mt. 26, 26-27)

Eso sí, no podemos olvidar que el comer el cuerpo y beber la sangre de Nuestro Señor es algo muy serio, y que si lo hacemos inadecuadamente, sin el debido discernimiento (1 Cor. 11, 27-29) estaríamos negándonos la posibilidad de recibir aquella vida eterna prometida y en su lugar recibiríamos el más temido de los castigos.

Estos pasos no son los únicos, pero si los principales, iniciemos con ellos, y en nuestro peregrinar hacia el cielo anhelado Dios nos irá permitiendo descubrir aquello que aquí falte, pero sin olvidar nunca que las puertas del Cielo están abiertas gracias al infinito amor de Jesús por cada uno de nosotros, amor que nos probó en la cruz (Rom. 5, 8), sin esa entrega total y amorosa ninguno de nuestros actos lograrían los méritos necesarios para ingresar al cielo.

Este artículo fue publicado originalmente por nuestros aliados y amigos:

http://es.catholic.net/op/articulos/30992/cat/12/que-debo-hacer-para-ganarme-el-cielo.html

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Y tú, ¿Te examinas y confiesas los pecados de omisión?



Y TÚ, ¿TE EXAMINAS Y CONFIESAS LOS PECADOS DE OMISIÓN?

Las convicciones que ocultamos por el miedo a que nos tachen de anticuados... 

La blasfemia o el chiste irrespetuoso que complacientemente escuchamos, temerosos del qué dirán si protestamos... 

Los silencios cómplices al no manifestar y defender la Verdad y el Bien, por el miedo a la opinión de terceros... 


Las herejías que toleramos al cura modernista para no incomodarnos por el qué dirán los demás fieles o el propio cura... 

Las preces omitidas que incidieron en almas que no cambiaron de vida y se condenaron porque no hubo quien orase por ellas, haciendo caso omiso a lo que pidió y advirtió la Virgen en Fátima... 

Las misas que no mandamos decir y las oraciones que no hicimos por nuestros parientes y por las almas del purgatorio, en general, para que alcanzaran pronto la bienaventuranza eterna... 

Las tolerancias al mal comportamiento de nuestros hijos para evitarnos problemas... 

Las correcciones que debimos hacer y que por comodidad callamos... 

Las almas que, pudiendo, no engendramos para Dios, pero que nuestro egoísmo disfrazó de "paternidad responsable", acallando nuestro deber de fecundidad... 

La lágrima que vimos rodar en el rostro de quien camina a nuestro lado y por no querernos involucrar, no la enjugamos... 

El suéter que no quisimos quitarnos para darlo aquel mendigo que tiritaba de frío, pues nos costó mucho dinero... 

El pedazo de pan que no compartimos, porque nadie nos lo regaló, y que justificamos diciendo que por nuestro propio esfuerzo lo obtuvimos... 

La riña que no quisimos evitar, para no meternos en problemas que no son nuestros... 

La herida que no quisimos curar, porque no fuimos nosotros quien la hicimos... 

La palabra de aliento o el buen consejo que nunca regalamos a quien encontramos afligido o necesitado, porque "no tenemos tiempo" para ello... 

La paciencia que no mostramos ante los defectos del prójimo... 

El tiempo que negamos para escuchar a alguien que necesitaba hablar, diciéndonos que no podíamos perderlo... 

Los conocimientos que pudimos compartir y que egoístamente nos reservamos... 

La limosna que no ofrecimos, porque -sin tener verdadero fundamento- pretextamos que no queremos contribuir a la mendicidad y ociosidad... 

La sonrisa que no regalamos a aquel que encontramos en el camino, porque no tiene nada que ver conmigo... 

El perdón que no ofrecimos por coraje... 

La disculpa que nuestro orgullo silenció... 

La carta que alguien esperó y nunca escribimos... 

La visita que no hacíamos a nuestros padres o parientes solos o ancianos... 

La formación religiosa deficiente para nuestros hijos (o apenas para la Primera Comunión) y los sacramentos diferidos (deben ser: Bautismo, en peligro de muerte o antes del mes de nacido; Confesión -primero- y Primera Comunión -después-, al llegar al uso de razón, etc.)... 

El adoctrinamiento religioso que no impartimos a nuestros sirvientes... 

El aborto que se cometió y que tal vez nuestro consejo hubiera evitado... 

La visita a ese enfermo o a ese preso que quedó solo en el olvido... 

La medicina que pudimos regalar al enfermo grave y necesitado, pero como alcanzaba a afectar nuestra economía nunca adquirimos... 

La confesión y comunión omitidas que anualmente, al menos, nos obligan los mandamientos de la Iglesia... 

Los días de ayuno y abstinencia de carne rotos en días obligatorios... 

Las misas dominicales a las que no asistimos sin razón suficiente... 

Las oraciones de agradecimiento a Dios que omitimos (¡para pedirle no lo olvidamos!), las visitas de amor al Santísimo sacramento que nunca hicimos, el estudio de nuestra fe que siempre pospusimos, la lectura espiritual que no realizamos nunca.... todo con la excusa de que no disponemos de tiempo o estamos muy, muy, pero muy agotados... 

En fin...TODO AQUELLO QUE PUDIENDO Y DEBIENDO HACER NO REALIZAMOS POR PEREZA O EGOÍSMO.


Obrar bien no solo consiste en evitar el mal, pues las omisiones culpables también son pecados. 


Debemos, pues obrar el bien y no solo evitar el mal. 

Qué pena y dolor por todo aquello que hemos omitido durante nuestra vida. Habrá algunas omisiones reparables... Otras ya no tienen remedio. 

Pidamos perdón a Dios por todas y acusemos al Confesor las que hayan sido materia grave y corrijamos todo aquello que todavía sea reparable. 

El creyente realmente debe, positivamente, amar a Dios sobre todas las cosas, y a su prójimo en la misma medida que a sí mismo se ama. No olvides, pues, examinar frecuentemente también los pecados de omisión (y especialmente al realizar el examen de conciencia, pues no basta analizar los mandamientos de Dios, de la Iglesia y los pecados capitales). Aquí solo hemos enumerado algunos. Analiza tus particulares obligaciones sobre tu estado de vida, y cuáles se desprenden de esto.

Santiago 4,17
AQUEL, PUES, QUE SABE HACER EL BIEN Y NO LO HACE, COMETE PECADO.

Fuente Catolicidad

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¿Qué hacer si te visitan las sectas?


¿QUÉ HACER SI TE VISITAN LAS SECTAS?
Por Yasmín Oré 

Me decidí a realizar este artículo pues es una pregunta que se hacen muchos católicos que a menudo son visitados por Testigos de Jehová o Mormones y no saben que actitud tomar frente a ellos. Algunos deciden no hacerles caso para evitar ser confundidos mientras otros los reciben en casa por curiosidad de saber en que creen o que mensaje les quieren dar. 

El Sacerdote español Manuel Guerra experto en Sectas y fenómeno religioso en su libro "Las Sectas o Nuevos movimientos religiosos", nos presenta un par de consejos cuando esto sucede a lo cuales yo comentaré y ampliaré con mi punto de vista y experiencia en el tema pues muchos de los que me leen saben que serví como misionera mormona en Ecuador y sé como funciona este tipo de proselitismo. 

1) Si los recibes tienes que tomar en cuenta estas indicaciones : 

"Cuando una pareja de TJ o Mormones, aprieta el timbre de la puerta de mi vivienda....Parece aconsejable saludarles con educación y naturalidad pero no invitarles a que entren en casa con las lógicas excepciones. Un ex testigo de Jehová confiesa : Aun cuando siempre creí haber vencido (en los debates o diálogos con Sacerdotes Católicos, con religiosos, con personas de Acción Católica, etc.) y concluía que mis antagonistas estaban equivocados, debo reconocer que en cada batalla dialéctica quedaba marcado. Oía argumentos, cosas, que no sabía y que, como espinas quedaban clavadas en mi ánimo... - Sin duda las heridas se agravaron pues abandonó a los jehovistas cuando cayó en la cuenta de las contradicciones existentes entre las obras publicadas hace una década y las actuales...
Por tanto quien posea buena formación teológica o bíblica puede conversar con ellos." 

En total acuerdo de opinión con el Padre Guerra, en efecto si eres un católico que estudia Teología, Ciencias religiosas o tienes formación pastoral en Apologética Bíblica es una buena oportunidad para ayudar a abrir los ojos a nuestros hermanos desviados en la fe. Es también una buena forma de evangelizar a los que están alejados por culpa de la sectas. 

En mi caso yo entré también en razón gracias a católicos que me mostraron sus fuertes convicciones en la Virgen María o los Santos. No tuve la oportunidad de dialogar con católicos que defendieran su fe a través de la Biblia sino esa primera luz me la dieron algunos protestantes a los cuales también debo agradecer porque me hicieron ver que el mormonismo carecía de fundamento bíblico. Pero seguramente si un católico bien formado recibe a una de estas parejas, puede darles una luz más directa y ayudar en su conversión o retorno a nuestra Iglesia. 

Eso si, no debemos olvidar que en todo este trabajo evangelizador actúa Dios a través del Espíritu Santo por ello es importante rezar por esas personas y aunque al final no consigamos nuestro propósito, quizá podamos haber sembrado una semilla que le ayudará en su conversión futura. 

2) Sino tienes formación adecuada es mejor no recibirles... 

"Pero de ordinario, procede no invitarles a entrar en el ámbito de la familia y de los amigos a no ser que real y conscientemente te interese su mensaje." 

Si no tienes una formación teológica o bíblica adecuada es mejor evitarles ya que el demonio a través de ellos puede aprovechar tu debilidad para confundirte y que empieces a dudar sobre la doctrina católica. Ellos aprovecharan cualquier forma de apertura para buscar inyectar sus doctrinas o manipularte a través de otras motivaciones como consolación ante un problema o pena, ayudas humanitarias, invitaciones sociales, etc. 

Algunos católicos en Latinoamérica por ejemplo buscan la manera más diplomática y sencilla de colocar un cartelito en la puerta de su casa que dice "Este hogar es Católico, no aceptamos propaganda de otras creencias o religiones". Aunque también es cierto que muchas veces este método no les detiene y a pesar de leerlo igual te tocan el timbre. 

En lo posible intentar no recibir su material de enseñanza y mucho menos leerlos. Este material consiste en revistas, libros o folletos. Una estrategia de los testigos de Jehová es regalar sus revistas Atalaya o Despertad con el fin de volver una siguiente vez. Los mormones también tienen por entendido que si recibes su libro de Mormón lo estás aceptando y eso te puede comprometer a seguir escuchando sus charlas. 

Tampoco este rechazo tiene que mostrar actitudes soberbias, burlescas, ofensivas o mal educadas. A pesar que sabemos que es lo que buscan realmente en sus visitas, siempre debemos mostrar caridad cristiana pues ellos siguen los mandatos fanáticos de su Secta y la gran mayoría no es consciente de lo que cree y hace. Debemos por ello mostrar amor y darles a entender que sólo buscamos respeto por nuestras creencias y por eso nos negamos a escucharles. 

Entonces espero estos consejos les ayuden a discernir y actuar de la manera correcta con estas personas. Mantenernos firmes en la verdadera fe requiere sacrificios y estamos llamados a aplicarlos para dar un buen testimonio cristiano. Recuerden que la mejor defensa de la fe es el ejemplo y eso dislumbra hasta el mas desviado. 

Dios les bendiga, 

Ex Mormona YASMÍN ORÉ


Cortesía de nuestra página hermana, Blog Convertidos Catolicos-Religion en Libertad


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