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¿Qué hay de malo en las "5 solas" protestantes (Sola Fe, Sola Escritura, Sola Gracia, Solo Cristo, Solo a Dios la Gloria)?



Primero, hablemos sobre la "Sola Fide", la doctrina de la salvación solo por la fe. Desde la perspectiva católica, la fe es ciertamente esencial para nuestra relación con Dios. Como nos enseña el apóstol Pablo en Efesios 2, 8-9, "Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". Nuestra diferencia en la interpretación de este versículo con los hermanos protestantes radica en que nosotros entendemos que aquí San Pablo está hablando de las obras de la ley (los 613 preceptos que tienen que seguir los judíos), no de las obras del amor al prójimo. 

Ciertamente nosotros también creemos que la salvación es por medio de la fe en Jesucristo y no por las obras de la ley. Además para nosotros la fe es una espera en las promesas de Dios, no un simple acto de creer en la existencia de algo, por eso creemos que nos salvaremos conservando hasta el final la fe en Jesús y nuestra fe la demostramos actuando como Jesús espera de nosotros, obrando en el amor. 

Por eso los católicos también creemos que la fe debe estar acompañada por las obras, como nos dice Santiago 2, 14, "¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe?".

La fe, para nosotros, es dinámica y viva. Nos impulsa a amar y servir a los demás, a hacer el bien y a vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Creemos que nuestra relación con Dios se profundiza no solo a través de la fe intelectual, sino también a través de acciones concretas de amor y obediencia. Por lo tanto, aunque la fe es fundamental, no podemos separarla de las obras en nuestra comprensión de la salvación.

No estaríamos en contra de decir "solo la fe", si se entendiera que la fe que salva es una fe que obra por medio del amor (Gálatas 5, 6). Sin embargo, los católicos consideramos que decir "solo la fe", puede ser algo confuso, pues puede transmitir la idea equivocada de que las obras del amor no son necesarias.

En cuanto a "Sola Scriptura", la idea de que solo la Escritura es la autoridad final en cuestiones de fe y práctica, los católicos valoramos profundamente la Sagrada Escritura como la Palabra de Dios inspirada. Sin embargo, también creemos que la Tradición Apostólica, que se transmite desde los apóstoles a través de la Iglesia, es igualmente importante. San Pablo insta a los tesalonicenses a mantener las tradiciones que les enseñaron, ya sea por palabra o por carta (2 Tesalonicenses 2, 15). La Iglesia católica, guiada por el Espíritu Santo, interpreta y enseña la Escritura en el contexto de esta Tradición viva, lo que enriquece nuestra comprensión de la Palabra de Dios.

En relación con "Solo Christo", la creencia de que solo Cristo es nuestro mediador ante Dios, los católicos estamos completamente de acuerdo. Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, como nos dice 1 Timoteo 2, 5. Sabemos que solo Cristo con su muerte y resurrección fue el mediador que logró reconciliarnos con Dios Padre. Sin embargo, también creemos en la comunión de los santos, es decir, en la intercesión y el apoyo mutuo entre los fieles, tanto en la Tierra como en el Cielo. La Virgen María y los santos son ejemplos para nosotros y, a través de su intercesión, nos acercan más a Cristo. Los católicos creemos que solo Cristo salva; nada fuera de su sacrificio en la cruz puede salvarnos, pero igual que pasa con la expresión "sola fe", al decir "solo Cristo" creemos que se puede crear una confusión donde se anula la comunión viva y activa de los santos. Imagina que te paras frente a tu familia y dices "solo mi padre", ¿no sería un lenguaje que pareciera expresar que no te importan tus hermanos ni ningún otro miembro de tu familia?

"Sola Gratia", la creencia de que la gracia de Dios es la única causa de nuestra salvación, es algo que los católicos también afirmamos. La gracia de Dios es fundamental en nuestra vida espiritual. Como nos enseña Efesios 2, 8, "Por gracia sois salvos". Sin embargo, en la perspectiva católica, la gracia no es meramente un regalo que recibimos una vez, sino un poder transformador que nos ayuda a crecer en santidad a lo largo de toda nuestra vida. Nosotros cooperamos con la gracia de Dios a través de nuestras acciones, nuestras oraciones. La gracia es una asistencia gratuita de Dios, pero queda en nosotros qué hacemos con ese regalo que Dios nos da.

Finalmente, "Soli Deo Gloria", que significa "Solo a Dios la gloria", es un principio con el que los católicos estamos totalmente de acuerdo. Toda gloria y honor pertenecen a Dios, y nuestra vida debe estar centrada en Él. Como nos dice 1 Corintios 10, 31, "Así que, ya comáis, ya bebáis, o hagáis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". En todo lo que hacemos, buscamos glorificar a Dios y obedecer Su voluntad.

Entonces, ¿qué hay de malo en las "5 solas" protestantes desde la perspectiva católica? No es que estemos en desacuerdo con los principios básicos de estas afirmaciones, sino que creemos que la realidad es más rica y compleja de lo que estos principios pueden capturar por sí solos. Nuestra fe católica abarca la Escritura y la Tradición, la fe y las obras, la gracia de Dios y nuestra respuesta amorosa a ella. Creemos en la importancia de los santos como ejemplos y amigos espirituales, y buscamos glorificar a Dios en todas las áreas de nuestras vidas.

En última instancia, mi amigo, lo más importante es que, a pesar de nuestras diferencias teológicas, compartimos un amor profundo por nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Estamos unidos en nuestra búsqueda de vivir según Su ejemplo y en nuestra devoción a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Que este entendimiento mutuo y amor fraterno nos guíen mientras continuamos creciendo en nuestra fe hasta llegar a alcanzar una completa y plena comunión. 

Autor: Padre Ignacio Andrade.

¿Se puede adquirir la vida eterna con buenas obras? La Biblia dice que sí.

Como enseña la biblia y siempre lo ha enseñado la Iglesia católica, la fe salva, pero la fe que salva es la que actúa por medio de la caridad, la fe que es sinónimo de fidelidad a la voluntad de Dios, que es el amor. 


¿El hombre puede adquirir la vida eterna con buenas obras?

Aunque a los protestantes les escandalice porque contradice su doctrina: ¡LA BIBLIA DICE QUE SÍ!
1 Timoteo 6, 18-19: «que practiquen el bien, que se enriquezcan de buenas obras, que den con generosidad y con liberalidad; de esta forma irán atesorando para el futuro un excelente fondo con el que podrán adquirir la vida verdadera
(Biblia de Jerusalén).
Vemos cómo para San Pablo la verdadera doctrina de la Gracia no excluye la necesidad de las obras, pues nuestras buenas obras son posibilitadas por la gracia que Dios nos proporciona por medio de los Sacramentos para unirnos al amor de Cristo y poder dar fruto.

Por: Alfredo Rodríguez.
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San Lucas 7, 44-50 refuta la doctrina protestante de la "sola fe"


La obras que no pueden salvarnos son las de la ley mosáica, pero las obras del amor (la ley bajo Cristo), son el aval de nuestra fe, sin éstas, es imposible salvarse. El protestante "solofidelista" dirá "no hacemos obras para salvarnos, sino que hacemos obras porque ya somos salvos", los versículos de Lucas 7, 44-50 demuestran que no es exactamente así, la mujer pecadora no fue salva y luego comenzó a hacer buenas obras, hizo buenas obras, y por éstas Jesús le salvó ("sus numerosos pecados, le han sido perdonados PORQUE HA DEMOSTRADO MUCHO AMOR"), el amor con el que ella se comportó no fue la consecuencia de la salvación, sino la causa. Con sus obras ella demostró que tenía fe en aquel hombre a quien besaba y ungía los pies. Esto tampoco debe ser explicado como "fe + obras", pues no son dos cosas aisladas que luego se unen, son más bien un mismo proceso: "creo y vivo conforme a lo que creo" y así hasta alcanzar la meta. La fe que salva es "la fe que obra".



La única fe que salva es la que se demuestra por las obras (las del amor, no las de la ley)

En San Lucas 7, 50, Jesús dice a la pecadora «Tu fe te ha salvado. Vete en paz», ¿esta podría ser una prueba de la «sola fe»? Veamos, ¿la pecadora en algún momento le dijo a Jesús que tenía fe en Él, hizo una profesión pública de fe para «recibirlo en su corazón» como Señor y Salvador y sentirse justificada? ¡NO! La mujer no dijo absolutamente nada¿Cómo hizo válida pues Jesús la fe de esta mujer? Por las OBRAS que ella hizo, como vemos versículos antes, donde Jesús explica que aquella mujer le lavó los pies con sus lágrimas, lo secó con sus cabellos, los besó y ungió con perfume, por eso el Señor declara en el versículo 47:


«Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor»

Sin las obras del amor, ninguna «oración de la salvación», podrá salvarte.


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¿Por qué la "sola fe" es incompatible con la enseñanza católica?


La fe es ciertamente un elemento crucial en la vida de todo creyente, pero la enseñanza católica no puede sostener la idea de "sola fe". El apóstol Santiago nos dice en su carta: "¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe lo puede salvar?" (Santiago 2, 14).

Es decir, la fe por sí sola no es suficiente para salvarnos. La fe debe manifestarse en obras concretas de amor y servicio hacia los demás. De hecho, en el Evangelio de Mateo, Jesús nos dice que seremos juzgados según nuestras acciones: "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme" (Mateo 25, 35-36).

Además, la enseñanza católica sostiene que la fe no es solo una creencia intelectual, sino una relación personal con Dios que se vive en comunidad. Jesús instituyó una Iglesia y nos llamó a formar parte de ella, a recibir los sacramentos y a vivir en comunión con nuestros hermanos y hermanas en la fe. San Pablo nos dice en su carta a los Romanos: "Pues como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así también nosotros, aunque somos muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a los demás" (Romanos 12, 4-5).

En resumen, la enseñanza católica no puede sostener la idea de "sola fe" porque la fe debe manifestarse en obras concretas de amor y servicio, y porque la fe se vive en comunidad en la Iglesia que Jesús instituyó.

Además, la enseñanza católica también sostiene que la salvación no es solo una cuestión de fe personal, sino que implica la gracia de Dios y la cooperación humana. Como dice San Pablo en su carta a los Filipenses: "Trabajad en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es quien produce en vosotros el querer y el hacer, según su beneplácito" (Filipenses 2, 12-13).

Es decir, la salvación no es algo que podamos ganar por nuestra cuenta a través de nuestra fe personal, sino que es un don gratuito de Dios que debemos recibir con humildad y gratitud, y que implica nuestra colaboración activa en su obra de amor y redención. Como dice el Concilio de Trento, la salvación es "un don que se recibe a través de la fe, y que se aumenta mediante las obras" (Sesión VI, Capítulo VIII).

En conclusión, la enseñanza católica no puede aceptar la idea de "sola fe" porque la fe debe manifestarse en obras de amor y servicio, porque la fe se vive en comunidad en la Iglesia que Jesús instituyó, y porque la salvación es un don gratuito de Dios que implica nuestra colaboración activa en su obra de amor y redención. Como sacerdote católico, animo a todos los creyentes a profundizar en su fe y a expresarla en obras concretas de amor y servicio hacia los demás, y a buscar siempre la gracia y la colaboración divina en su camino hacia la salvación eterna.

Autor: Padre Ignacio Andrade

La Iglesia Católica no condena la doctrina de la "Sola Fe", lo que condena es el nuevo sentido que le dio el protestantismo respecto de la justificación


LA IGLESIA CATÓLICA NO CONDENA LA DOCTRINA DE LA "SOLA FE" LO QUE CONDENA ES EL NUEVO SENTIDO QUE LE DIÓ EL PROTESTANTISMO RESPECTO DE LA JUSTIFICACIÓN
Por Richbell Melendez 

Como católicos debemos tener presente que la Iglesia NUNCA ha condenado la expresión "sola fide" o decir que somos justificados solo por la fe entendiendo la fe como el principio de la justificación (CEC 2005), de hecho como bien lo dice Scott Hahn en un debate que sostuvo con Robert M Bowman, Jr. sobre el tema de la justificación/salvación en 1997. 

"Sola Fide puede ser una expresión aceptable, pero al mismo tiempo deberíamos reconocer que es potencialmente ambigua engañosa y por lo tanto no del todo útil. Ya sea que "Solo" en la fe funciona como un adverbio que modifica el verbo justificar o al contrario funciona como un adjetivo y modifica la palabra fe. 

Si el "sola" en Sola Fide funciona como un adverbio que modifica el verbo justificado, significa que solo estamos justificados por la fe, sin fe no se puede justificar y esta es una proposición que cada católico puede afirmar y debe afirmar, y no simplemente afirmar sino cantar en voz alta con Santo Tomas quien nos dio una linea en un gran himno que dice "sola fides sufficit", solo la fe puede ser suficiente y es un himno cantado con referencia a la presencia de Cristo en la Sagrada Eucaristía, porque la mente no puede deducir la presencia real de Cristo ni los sentidos empíricamente verificarlo. 

Solo la fe es suficiente y así los católicos pueden unirse a los protestantes para afirmar el sentido adverbial de "Sola Fide", no por cierta concesión renuente que debería agregar, pero si por la afirmación alegre de que "Sola Fide" es una expresión cierta, pero no es nueva, mucho menos revolucionaria. Por el otro lado si el "solo" esta destinado a funcionar como un adjetivo que modifica el sustantivo fe, la fe en si misma, en ese caso "Sola Fide" si es nueva pero no es verdad." 

De la misma forma el Papa Benedicto XVI, también expreso lo siguiente en una audiencia general en el 2008. 

"La expresión "sola fide" de Lutero es verdadera si no se opone la fe a la caridad, al amor. La fe es mirar a Cristo, encomendarse a Cristo, unirse a Cristo, conformarse a Cristo, a su vida. Y la forma, la vida de Cristo es el amor; por tanto, creer es conformarse a Cristo y entrar en su amor. Por eso, san Pablo en la carta a los Gálatas, en la que sobre todo ha desarrollado su doctrina sobre la justificación, habla de la fe que obra por medio de la caridad (cf. Ga 5, 6)." 

Entonces no hay problema en encontrar expresiones en la patristica que usen la frase "sola fide", el problema es pensar que Lutero o el protestantismo usa la frase en forma similar a como la usaron los Padres de la Iglesia. Cuando todo el que analiza a detalle, lo que expreso el protestantismo al formular la doctrina de la "sola fide" fue mas bien romper con una larga tradición respecto a la enseñanza de la justificación, el error parte de hacer una distinción entre justificación y regeneración. 

Así lo observa el erudito protestante Alister McGrath, en su libro Iustitia Dei: Una historia de la doctrina cristiana de la justificación." 

"El rasgo esencial de las doctrinas de la Reforma de la justificación es que se hace una distinción deliberada y sistemática entre la justificación y la regeneración. Aunque debe enfatizarse que esta distinción es puramente nocional, en el sentido de que es imposible separar los dos dentro del contexto del ordo sautis, EL PUNTO ESENCIAL ES QUE SE HACE UNA DISTINCIÓN NOCIONAL DONDE NADIE HA RECONOCIDO ANTES EN LA HISTORIA DE LA DOCTRINA CRISTIANA. UNA DISCONTINUIDAD FUNDAMENTAL FUE INTRODUCIDA EN LA TRADICIÓN TEOLÓGICA OCCIDENTAL DONDE NO EXISTIÓ NUNCA, O HAYA SIDO CONTEMPLADA ANTES. La comprensión reformista de la naturaleza de la justificación, en oposición a su modo, debe considerarse como un novum teológico genuino." (Alister McGrath, Iustitia Dei: Una historia de la doctrina cristiana de la justificación, p. 186.) 

En conclusión la enseñanza de "sola fide" como la formuló y expreso el protestantismo es un "novum teológico" que antes no existió ni fue enseñado por el Cristianismo. Ergo es una herejía por eso es condenable, el Concilio de Trento abordó la problemática de la justificación en la sesión sexta, del 13 de enero de 1547. En el decreto tridentino se rechazaron las doctrinas luteranas sobre la justificación y sobre la cooperación del hombre con la gracia. En el canon 9, por ejemplo, puede leerse: 

“Si alguno dijere que el impío se justifica por la sola fe, de modo que entienda no requerirse nada más que con que coopere a conseguir la gracia de la justificación y que por parte alguna es necesario que se prepare y disponga por el movimiento de su voluntad, sea anatema”. 

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"El Apóstol Pablo sólo habló de la fe para salvarse, no de las obras". Eso dicen los protestantes, ¿Qué dijo realmente San Pablo?



«EL APÓSTOL PABLO SÓLO HABLÓ DE LA FE PARA SALVARSE, NO DE LAS OBRAS». ESO DICEN LOS PROTESTANTES, ¿QUÉ DIJO REALMENTE SAN PABLO?
Por Jesús Mondragón (Saulo de Tarso)

Según nuestros hermanos separados, el Apóstol San Pablo enseñó que el único medio de salvación es la fe en Cristo Jesús. Y aseguran ellos, Pablo se oponía por completo a las obras como medio de salvación.

La salvación por la "sola fe" es un dogma de la doctrina protestante. En cambio, la Iglesia Católica, columna y fundamento de la verdad 1Timoteo 3,15; enseña a la luz de la Biblia, primero que nada que, LA SALVACIÓN ES UNA GRACIA DE DIOS. 

Efesios 2,8
Pues HABÉIS SIDO SALVADOS POR LA GRACIA mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios.

La fe y las obras son el medio por el que el ser humano consigue acceder a la salvación, es decir, ni la sola fe, ni las meras obras, salvan, sino LA GRACIA DE DIOS, que obtiene como respuesta del hombre, LA FE Y LAS OBRAS DE MISERICORDIA.

¿Qué es lo que enseña realmente la Biblia? ¿Es verdad que el Apóstol San Pablo se oponía a la realización de obras como medio de salvación?

Veamos primero qué opina Nuestro Señor Jesucristo:

LAS OBRAS SEGÚN JESUCRISTO

Mateo 5:16
Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Mateo 26:10
Mas Jesús, dándose cuenta, les dijo: «¿Por qué molestáis a esta mujer? Pues una "obra buena" ha hecho conmigo.


Ahora veamos qué fue lo que escribió San Pablo sobre las obras como medio de salvación y justificación para que el hombre pueda acceder a la salvación, les dejo aquí unos cuántos textos.

LAS OBRAS EN SAN PABLO

Hechos 26:19-20
Así pues, rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial, sino que primero a los habitantes de Damasco, después a los de Jerusalén y por todo el país de Judea y también a los gentiles he predicado que se convirtieran y que se volvieran a Dios haciendo obras dignas de conversión.

Romanos 2:5-6
Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas atesorando contra ti cólera para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual dará a cada cual según sus obras.

Romanos 15:18
Pues no me atreveré a hablar de cosa alguna que Cristo no haya realizado por medio de mi para conseguir la obediencia de los gentiles, de palabra y de obra.

II Corintios 9:8
Y poderoso es Dios para colmaros de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengáis aún sobrante para toda obra buena.

II Corintios 11:15
Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras.

Gálatas 6:9
No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos.

Efesios 2:8-10
Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios; tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe.
En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos.

Filipenses 2:12-13
Así pues, queridos míos, de la misma manera que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajad con temor y temblor por vuestra salvación,
pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece.

Filipenses 4,9
Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros.

Colosenses 1,10
para que viváis de una manera digna del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios.

Colosenses 3,9
No os mintáis unos a otros. Despojaos del hombre viejo con sus obras.

Colosenses 3:17
y todo cuanto hagáis, de palabra y obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre.

II Tesalonicenses 2,16-17
Que el mismo Señor nuestro Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y que nos ha dado gratuitamente una consolación eterna y una esperanza dichosa, consuele vuestros corazones y los afiance en toda obra y palabra buena.

I Timoteo 2,9-10
Así mismo que las mujeres, vestidas decorosamente, se adornen con pudor y modestia, no con trenzas ni con oro o perlas o vestidos costosos, sino con buenas obras, como conviene a mujeres que hacen profesión de piedad.

I Timoteo 4:16
Vela por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas disposiciones, pues obrando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.

I Timoteo 5,9-10
Que la viuda que sea inscrita en el catálogo de las viudas no tenga menos de sesenta años, haya estado casada una sola vez, y tenga el testimonio de sus buenas obras: haber educado bien a los hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los atribulados, y haberse ejercitado en toda clase de buenas obras.

I Timoteo 5,24-25
Los pecados de algunas personas son notorios aun antes de que sean investigados; en cambio los de otras, lo son solamente después. Del mismo modo las obras buenas son manifiestas; y las que no lo son, no pueden quedar ocultas.

I Timoteo 6,18-19
que practiquen el bien, que se enriquezcan de buenas obras, que den con generosidad y con liberalidad; de esta forma irán atesorando para el futuro un excelente fondo con el que podrán adquirir la vida verdadera.

II Timoteo 2,21
Si, pues, alguno se mantiene limpio de estas faltas, será un utensilio para uso noble, santificado y útil para su Dueño, dispuesto para toda obra buena.

II Timoteo 3:16-17
Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.

II Timoteo 4:14
Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho mal. El Señor le retribuirá según sus obras.

Tito 1,16
Profesan conocer a Dios, mas con sus obras le niegan; son abominables y rebeldes e incapaces de toda obra buena.

Tito 2,7-8
Muéstrate dechado de buenas obras: pureza de doctrina, dignidad, palabra sana, intachable, para que el adversario se avergüence, no teniendo nada malo que decir de nosotros.

Tito 2,14
el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras.

Tito 3,1
Amonéstales que vivan sumisos a los magistrados y a las autoridades, que les obedezcan y estén prontos para toda obra buena.

Tito 3,8
Es cierta esta afirmación, y quiero que en esto te mantengas firme, para que los que creen en Dios traten de sobresalir en la práctica de las buenas obras. Esto es bueno y provechoso para los hombres.

Tito 3,14
Que aprendan también los nuestros a sobresalir en la práctica de las buenas obras, atendiendo a las necesidades urgentes, para que no sean unos inútiles.

Hebreos 6:10
Porque no es injusto Dios para olvidarse de vuestras obras y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, con los servicios que habéis prestado y prestáis a los santos.

Hebreos 10:24
Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras.


LA IMPORTANCIA DE LAS OBRAS A LA LUZ DE TODA LA BIBLIA

Mateo 16,27
«Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

Romanos 2,5-6
Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas atesorando contra ti cólera para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual dará a cada cual según sus obras.

II Timoteo 4,14
Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho mal. El Señor le retribuirá según sus obras.

Tito 1,16
Profesan conocer a Dios, mas con sus obras le niegan; son abominables y rebeldes e incapaces de toda obra buena.

Santiago 1:4
pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear.

Santiago 1:22
Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos.

Santiago 2,17.26
Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta.
Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

I Pedro 1,17
Y si llamáis Padre a quien, sin acepción de personas, juzga a cada cual según sus obras, conducíos con temor durante el tiempo de vuestro destierro.

I Pedro 2:12-15
Tened en medio de los gentiles una conducta ejemplar a fin de que, en lo mismo que os calumnian como malhechores, a la vista de vuestras buenas obras den gloria a Dios en el día de la Visita.
Sed sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea al rey, como soberano, sea a los gobernantes, como enviados por él para castigo de los que obran el mal y alabanza de los que obran el bien.
Pues esta es la voluntad de Dios: que obrando el bien, cerréis la boca a los ignorantes insensatos.

I Pedro 3:6,17
así obedeció Sara a Abraham, llamándole Señor. De ella os hacéis hijas cuando obráis bien, sin tener ningún temor.
Pues más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal.

I Juan 3:7,12,18
Hijos míos, que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo, como él es justo.
No como Caín, que, siendo del Maligno, mató a su hermano. Y ¿por qué le mató? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran justas.
Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad.

II Juan 1:10-11
Si alguno viene a vosotros y no es portador de esta doctrina, no le recibáis en casa ni le saludéis, pues el que le saluda se hace solidario de sus malas obras.

Apocalipsis 2,23
Y a sus hijos, los voy a herir de muerte: así sabrán todas las Iglesias que yo soy el que sondea los riñones y los corazones, y yo os daré a cada uno según vuestras obras.

Apocalipsis 22,12
Mira, vengo pronto y traigo mi recompensa conmigo para pagar a cada uno según su trabajo.

Apocalipsis 14,13
Luego oí una voz que decía desde el cielo: «Escribe: Dichosos los muertos que mueren en el Señor. Desde ahora, sí - dice el Espíritu -, que descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan.»

Apocalipsis 20,12-13
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono; fueron abiertos unos libros, y luego se abrió otro libro, que es el de la vida; y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, conforme a sus obras.
Y el mar devolvió los muertos que guardaba, la Muerte y el Hades devolvieron los muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras.


De modo que según Jesucristo, el Apóstol San Pablo y la enseñanza bíblica, la salvación es una gracia de Dios que el hombre alcanza mediante la fe y las obras. Así que el pilar de todo el andamiaje protestante sólo es DOCTRINA DE HOMBRES.

Marcos 7,6-7
El les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres.

CONCLUSIÓN

Somos salvados por la Gracia de Dios, mediante la fe y las obras manifestadas por quienes desean ser salvados y el Apóstol San Pablo sí habló de las obras de misericordia como medio de salvación. La doctrina paulina no es sólo la fe, sino, fe y obras.

PAX ET BONUM

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