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¿Es bíblica la Sotana?


Para empezar, permíteme contarte un poco sobre el origen y el significado de la sotana. La sotana es una prenda distintiva usada por muchos clérigos, especialmente sacerdotes y religiosos. Su diseño es bastante simple: generalmente es larga, negra y tiene mangas largas con botones en la parte frontal. Se dice que su diseño se remonta a la túnica romana, que era una prenda común en la época de Jesús.

Desde tiempos antiguos, la vestimenta ha tenido un significado especial en la religión. En la tradición judía, por ejemplo, los sacerdotes llevaban prendas específicas para realizar los rituales en el templo. En el caso de la Iglesia Católica, la sotana ha sido una prenda que ha simbolizado la consagración y la dedicación al servicio de Dios.

Ahora bien, ¿es la sotana algo bíblico? Si bien la sotana tal como la conocemos hoy no se menciona específicamente en la Biblia, encontramos principios y enseñanzas que respaldan el uso de prendas especiales para aquellos que sirven en el ámbito religioso.

Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, en el libro del Éxodo, capítulo 28, versículos del 2 al 4, Dios instruye a Moisés sobre cómo deben vestir los sacerdotes: "Harás vestiduras sagradas para que Aarón, tu hermano, y sus hijos, se dediquen al sacerdocio para mí". Esta instrucción incluía la elaboración de túnicas, mitras y otros elementos que distinguían a los sacerdotes en su servicio sagrado.

En el Nuevo Testamento, aunque Jesús no habla específicamente sobre la vestimenta clerical, sí instruye a sus discípulos sobre la importancia de la modestia y la humildad. En Mateo 23,5, Jesús critica a los fariseos por usar vestimentas llamativas y busca enfocar la atención en el corazón y la sinceridad de la fe, más que en la apariencia externa.

Entonces, ¿por qué los sacerdotes usan la sotana? La sotana es más que una simple prenda de vestir. Para muchos clérigos, usar la sotana es una manera de identificarse públicamente como hombres consagrados a Dios y al servicio de la Iglesia. Es un recordatorio constante de su llamado a vivir una vida de santidad y servicio. Además, la sotana también puede ser un símbolo de unidad y continuidad con la tradición de la Iglesia.

En la actualidad, algunos sacerdotes eligen no usar la sotana en todo momento, especialmente en contextos donde puede no ser práctico o culturalmente apropiado. Sin embargo, muchos todavía optan por usarla como una expresión externa de su identidad sacerdotal.

Es importante tener en cuenta que la sotana en sí misma no hace a un sacerdote más santo o más digno de su llamado. La verdadera santidad proviene de una vida de oración, sacrificio y servicio desinteresado a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús.

En resumen, aunque la sotana no se mencione explícitamente en la Biblia, su uso tiene raíces en la tradición y la historia de la Iglesia. Es una prenda que simboliza la consagración y el compromiso del clero con su vocación sacerdotal. Más allá de la vestimenta externa, lo más importante es el corazón y la actitud de humildad y servicio que cada sacerdote lleva consigo en su ministerio.

Autor: Padre Ignacio Andrade

Con hermoso testimonio el Padre José María Pérez Chaves invita a sus hermanos Sacerdotes a usar siempre la Sotana o el cuello clerical.

Reflexionando sobre una reciente experiencia que tomó como ejemplo, el P. José María Pérez Chaves, sacerdote del Arzobispado Castrense de España, alentó a sus pares a usar siempre la sotana o clergyman.

A través de Twitter, el P. Pérez Chaves recordó que “al ir a recoger la recoger la dulleta a la tintorería, la señora me ha pedido que le bendiga el local. ¡Qué grande es ser sacerdote!, ¡cuánto bien podemos hacer!”.

La dulleta es un tipo de abrigo de cuerpo entero de uso común entre los sacerdotes, que se coloca sobre la sotana. El clergyman o clériman es una vestimenta sacerdotal con la que ocasionalmente se reemplaza a la sotana, con un pantalón y una camisa, habitualmente de color negro, y un alzacuello blanco.

En base a su experiencia en la tintorería, el P. Pérez Chaves alentó: “hermanos sacerdotes, vistamos siempre como tales: sotana, clergyman... Da igual: lo importante es que sepan que estamos consagrados al Señor”.

“¿Quién sabe a qué persona estará llamando Dios a través de nuestro testimonio?”, finalizó.

Sacerdote causa molestia entre los fieles: Asistió a una fiesta de disfraces con sotana.



Un sacerdote de Brasil causó polémica y malestar en los fieles luego de que se viralizaran imágenes en una fiesta de disfraces, con sotana y acompañado de alguien disfrazado de diablo.

El padre Renato Bôto participó el sábado 17 de septiembre de la fiesta Aviões Fantasy, en el Arena Castelão, en Fortaleza (Ceará). El evento, del cantante Xand Avião, se presenta en sus páginas oficiales como la “mayor fiesta de disfraces de Brasil”. 

En las redes sociales es posible encontrar miles de fotografías del evento, con personas luciendo los más variados disfraces, entre ellos algunos sensuales y otros referentes a túnicas religiosas como obispos .

A raíz de este episodio, el padre Renato Welton de Farias Bôto, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Concepción, en Martinópole (Ceará) , tendrá un “año sabático” en 2023 para “reflexionar más sobre su vocación”.

En una nota aclaratoria, el obispo de Sobral, don José Luiz Gomes de Vasconcelos, afirmó que la participación del padre Renato Bôto “en una fiesta de baile”, “vistiendo un traje que parecía una sotana y acompañado por alguien disfrazado de diablo”, generó “un enorme malestar entre el clero y entre los fieles laicos”.

Dijo que, además de participar en la fiesta de disfraces, el sacerdote utiliza sus redes sociales para “publicar fotos inadecuadas, videos que no corresponden al estado clerical y comentarios inapropiados para un sacerdote”.

“Todos estos hechos fueron admitidos por el sacerdote, quien reconoció que se había comportado realmente de manera inapropiada y no acorde con el estado clerical y estaba dispuesto a cambiar su conducta”, dice la nota.

“Conscientes de que hay grandes batallas que los sacerdotes enfrentan todos los días para vivir su vocación en este mundo, dediquemos nuestras oraciones diarias para que, además de buenos pastores, predicadores y administradores, los sacerdotes sean santos”, concluyó Vanconcelos.

La sotana está de regreso entre los sacerdotes


LA SOTANA ESTÁ DE REGRESO ENTRE LOS SACERDOTES

En una sociedad secularizada, tenemos más necesidad de señales, para mostrar claramente quiénes somos. El hábito eclesiástico ayuda a decir quién soy, ayuda a ser aquel que estoy llamado a ser

No obligatoria a partir de 1962, la sotana es llevada cada vez más por jóvenes sacerdotes, sin embargo no solo “tradicionalistas”, que la reivindican.

Por Vincent Mongaillard. 

Con 44 años de edad, el p. Simon Chouanard ha elegido llevar sotana tanto en la iglesia como en la ciudad.
¿Cómo permanecer visible cuando se está cada vez menos presente sobre el terreno? Pues bien ¡poniéndose una sotana! Este domingo a la salida de la misa como el resto de la semana, algunos cientos de sacerdotes en toda Francia han elegido llevar la vestimenta religiosa más llamativa, aquella que se creía que estaba en vías de desaparición y reservada únicamente a los ministros de culto etiquetados como « tradicionalistas ».

Después de décadas de purgatorio, el hábito de varios siglos de los clérigos se da un regreso en la gracia entre los jóvenes servidores de Dios. Y luego un gran foco de atención para una « profesión » que, hoy, no cuenta con más de 11.000 sacerdotes diocesanos, dos veces menos que en 1995. El padre Simon Chouanard, de 44 años, es « un sacerdote perfectamente ordinario », que no es « tradi » y que viste, tanto en la iglesia como en la ciudad al conducir su scooter, ¡la sotana! « No es por nostalgia, no es una vestimenta de pompa, es mi ropa de trabajo », se entusiasma el cura de la parroquia del Corazón Eucarístico de Jesús en París (del s.XX) situada en el barrio popular de la puerta de Bagnolet.


Entre 450 y 599 euros

Como él, cada vez más sacerdotes deciden llevar, del diario, el hábito negro donde usarlo, en nuestro país, ya no es obligatorio después de medio siglo. Estas últimas décadas casi había desaparecido entre los presbíteros, convertido en el signo distintivo de los integristas que hoy, todavía, lo hacen su estandarte. Pero éstos ya no son los únicos en mostrarse así.

Para una nueva generación de servidores de Dios, es un buen medio de desmarcarse. «Ellos quieren asumir plenamente una identidad », hace la observación Brigitte Hamon, de la empresa Arte-Houssard que confecciona vestimentas litúrgicas en la Mancha. En 2018, vendió 160 sotanas en comparación con 110 hace una década. Es necesario desembolsar entre 450 y 599 euros para darse este hábito de luz a la « forma francesa más ajustada, con costura a la talla contrario a la forma romana ».

« Una restauración de la verticalidad del sacerdocio »

¿Cómo explicar esta resurrección entre los sacerdotes en parroquia como entre religiosos de órdenes y congregaciones? « Es una restauración de la verticalidad del sacerdocio, una reacción a la disolución, en la sociedad, de los sacerdotes durante los años 1970 a 2000, cuando se habían convertido en animadores sociales. Habían abandonado entonces su sotana para estar en solidaridad con la gente, en una relación directa, según una aproximación horizontal », descifra el historiador de religiones Jean-François Colosimo. Según él, haciendo un análisis, la sotana «es la marca de una frontera entre la Iglesia y el mundo. Ésta permite dar testimonio, en el seno de la ciudad, de una elección de vida radicalmente diferente. Cuando se compromete con el celibato, con las renuncias y sacrificios, se acepta un destino aparte, no se vivirá como los demás».


En la capital, « una veintena de sacerdotes generalmente de menos de 40 años de un total de 450 sacerdotes » han vestido la sotana según cree el padre Stéphane Duteurtre, superior del Seminario de Paris. « Es más que hace 20 años. En una sociedad secularizada, tenemos más necesidad de señales, para mostrar claramente quiénes somos. El hábito eclesiástico ayuda a decir quién soy, ayuda a ser aquel que estoy llamado a ser, a no rodar por ejemplo sobre la acera en bicicleta ¡con el riesgo de tener que rendir cuentas al cielo! », sonríe. Señala que para los clérigos de mayor edad que lucharon por quitarla, la sotana puede resultar causante de « mucha división. Se pide a quienes deciden portarla, cuidar de no escandalizar », suspira.

« ¡No podemos poner cara de funeral! »

« Es una cuestión generacional », resume, por su parte, el padre Stanislas Briard, de 18 años, fiel, como muchos antiguos compañeros seminaristas, vestido con sotana desde que fue ordenado en 2016. « Si se quiere vivir, se necesita ser visible », enfatiza este vicario de la parroquia de Nuestra Señora de Coutances (La Mancha). Quien es también capellán en los colegios y liceos privados ve en la sotana « una herramienta de evangelización » de una « utilidad muy práctica. Es una manera muy simple de entrar en relación con la gente. Se nos detiene en la calle. Podemos tener un intercambio muy profundo, una petición para confesión en medio de un supermercado… ».


La misma historia con su hermano el padre Simon Chouanard, que oficia desde hace 14 años. « Se dice que la sotana cierra las puertas, a mí, me las abre. Es un pretexto para entablar una discusión. Con mi hábito peculiar que simboliza un atuendo de servicio, la gente me aborda más fácilmente. Si quisiera estar tranquilo cuando tomo el tren, ¡pondría mi sotana en la maleta! », se ríe


Durante el verano, él opta por un modelo blanco de misionero que absorbe menos el calor que la de color negro. Puede suceder que su vestimenta de antaño sea objeto de pequeñas burlas destiladas por pasantes juzgándola totalmente pasada de moda y connotada ideológicamente. « Pero muy raramente he sufrido insultos anticlericales », subraya. Esta vestimenta que no pasa jamás inadvertida lo presiona y obliga a estar siempre disponible. « Cuando se lleva la sotana, ¡no se puede poner cara de funeral! »

Fuente Dominus est

¿Qué significa la sotana de los sacerdotes?


¿QUÉ SIGNIFICA LA SOTANA DE LOS SACERDOTES?

Adaptado de un texto publicado en el Fondo Cultural Católico, Miami, Estados Unidos, en base a textos de Jaime Tovar Patrón 

La palabra viene del latín subtana, o subtanea, de subtus, que significa debajo. Y se llama así a la vestidura talar (hasta los talones de los pies), que sin embargo no se lleva debajo, sino precisamente es lo que se ve. Es normalmente negra, pero en muchos casos es también blanca o roja o de otros colores, se ajusta al cuerpo, y con mangas estrechas.

La sotana fue instituida por la Iglesia a fines del siglo V con el propósito de darle a sus sacerdotes un modo de vestir serio, simple y austero. Recogiendo esta tradición, el Código de Derecho Canónico impone el hábito eclesiástico a todos los sacerdotes (canon 136).

En la Iglesia Católica Romana de rito latino, la sotana de uso diario es negra para todo el clero, menos el Papa para quien es blanca, y se le llama traje piano en recuerdo del papa Pio IX que estableció su uso.

Los seminaristas, Sacerdotes, Obispos, Capellanes de su Santidad y Cardenales se distinguen por su fajín, botonadura y solideo: fajín azul para los seminaristas, rojo para los cardenales, morado para prelados de honor y obispos, negro para sacerdotes. En zonas tropicales o de mayo calor, tales como Ecuador, gran parte de África y La India, las Sotanas para el Clero, incluyendo las de Obispos y Cardenales son blancas, con los mismos detalles que la negra tradicional.

Para la vestimenta coral varía el color de la sotana de acuerdo con el grado de la prelatura: así los sacerdotes la usan negra; los beneficiados y canónigos la usan negra ribeteada, o en ocasiones morada; los prelados, protonotarios y monseñores la usan morada; los obispos y arzobispos, morada con vivos, bocamangas y botones carmesíes; los cardenales la usan roja; el papa blanca.

El color negro recuerda a todos que el que lo lleva ha muerto al mundo. Todas las vanidades del siglo han muerto para ese ser humano que ya sólo ha de vivir de Dios. El color blanco del alzacuellos simboliza la pureza del alma. Conociendo el simbolismo de estos dos colores es una cosa muy bella que todas las vestiduras del sacerdote, incluso las de debajo de la sotana, sean de esos dos colores: blanca camisa y alzacuellos, negro jersey, pantalones, calcetines y zapatos.

“Fíjese si el impacto de la sotana es grande ante la sociedad, que muchos regímenes anticristianos la han prohibido expresamente. Esto debe decirnos algo. ¿Cómo es posible que ahora, hombres que se dicen de Iglesia desprecien su significado y se nieguen a usarla?”.

Hoy en día son pocas las ocasiones en que podemos admirar a un sacerdote vistiendo su sotana. El uso de la sotana, una tradición que se remonta a tiempos antiquísimos, ha sido olvidado y a veces hasta despreciado en la Iglesia posconciliar. Pero esto no quiere decir que la sotana perdió su utilidad sino que la indisciplina y el relajamiento de las costumbres entre el clero en general es una triste realidad.

Contra la enseñanza perenne de la Iglesia, está la opinión de círculos enemigos de la Tradición que tratan de hacernos creer que el hábito no hace al monje, que el sacerdocio se lleva dentro, que el vestir es lo de menos y que lo mismo se es sacerdote con sotana que de paisano. Sin embargo, la experiencia demuestra todo lo contrario, porque cuando hace más de 1.500 años la Iglesia decidió legislar sobre este asunto fue porque era y sigue siendo importante.

Exponemos siete excelencias de la sotana condensadas de un escrito del ilustre Padre Jaime Tovar Patrón.

1º – El recuerdo constante del sacerdote

Ciertamente que, una vez recibido el orden sacerdotal, no se olvida fácilmente. Pero nunca viene mal un recordatorio: algo visible, un símbolo constante, un despertador sin ruido, una señal o bandera. El que va de paisano es uno de tantos, el que va con sotana, no. Es un sacerdote y él es el primer persuadido. No puede permanecer neutral, el traje lo delata. O se hace un mártir o un traidor, si llega el caso. Lo que no puede es quedar en el anonimato, como un cualquiera. Y luego… ¡Tanto hablar de compromiso! No hay compromiso cuando exteriormente nada dice lo que se es. 

2º – Presencia de lo sobrenatural en el mundo

No cabe duda que los símbolos nos rodean por todas partes: señales, banderas, insignias, uniformes… Uno de los que más influjo produce es el uniforme. Un policía, un guardián, no hace falta que actúe, Su simple presencia influye en los demás: da seguridad, o pone nervioso, según sean las intenciones y conducta de los ciudadanos. 

Una sotana siempre suscita algo en los que nos rodean. Despierta el sentido de lo sobrenatural. No hace falta predicar, ni siquiera abrir los labios. Al que está a bien con Dios le da ánimo, al que tiene enredada la conciencia le avisa, al que vive apartado de Dios le produce remordimiento.

Los fieles han levantando lamentaciones sobre la desacralización y sus devastadores efectos. Los modernistas claman contra el supuesto triunfalismo, se quitan los hábitos, rechazan la corona pontificia, las tradiciones de siempre y después se quejan de seminarios vacíos; de falta de vocaciones. Apagan el fuego y luego se quejan de frío. No hay que dudarlo: la desotanización lleva a la desacralización.

3º – Es de gran utilidad para los fieles

El sacerdote lo es, no sólo cuando está en el templo administrando los sacramentos, sino las veinticuatro horas del día. EL SACERDOCIO NO ES UNA PROFESIÓN, con un horario marcado; es una vida, una entrega total y sin reservas a Dios. El pueblo de Dios tiene derecho a que lo asista el sacerdote. Esto se les facilita si pueden reconocer al sacerdote de entre las demás personas; si éste lleva un signo externo. El que desea trabajar como sacerdote de Cristo debe poder ser identificado como tal para el beneficio de los fieles y el mejor desempeño de su misión. 

4º – Sirve para preservar de muchos peligros

¡A cuántas cosas se atreverán los clérigos y religiosos si no fuera por el hábito! Esta advertencia, que era sólo teórica cuando la escribía el ejemplar religioso P. Eduardo F. Regatillo, S. I., es hoy una terrible realidad. 

Primero, fueron cosas de poco bulto: entrar en bares, sitios de recreo, alternar con seglares, pero poco a poco se ha ido cada vez a más.

Los modernistas quieren hacernos creer que la sotana es un obstáculo para que el mensaje de Cristo entre en el mundo. Pero, al suprimirla, han desaparecido las credenciales y el mismo mensaje. De tal modo, que ya muchos piensan que al primero que hay que salvar es al mismo sacerdote que se despojó de la sotana supuestamente para salvar a otros.

Hay que reconocer que la sotana fortalece la vocación y disminuye las ocasiones de pecar para el que la viste y los que lo rodean. De los miles que han abandonado el sacerdocio después del Concilio Vaticano II, prácticamente ninguno abandonó la sotana el día antes de irse: lo habían hecho ya mucho antes.

5º – Ayuda desinteresada a los demás

El pueblo cristiano ve en el sacerdote el hombre de Dios, que no busca su bien particular sino el de sus feligreses. La gente abre de par en par las puertas del corazón para escuchar al padre que es común del pobre y del poderoso. Las puertas de las oficinas y de los despachos por altos que sean se abren ante las sotanas y los hábitos religiosos. ¿Quién le niega a una monjita el pan que pide para sus pobres o sus ancianitos? Todo esto viene tradicionalmente unido a unos hábitos. Este prestigio de la sotana se ha ido acumulando a base de tiempo, de sacrificios, de abnegación. Y ahora, ¿se desprenden de ella como si se tratara de un estorbo? 

6º – Impone la moderación en el vestir

La Iglesia preservó siempre a sus sacerdotes del vicio de aparentar más de lo que se es y de la ostentación dándoles un hábito sencillo en que no caben los lujos. La sotana es de una pieza (desde el cuello hasta los pies), de un color (negro) y de una forma (saco). Los armiños y ornamentos ricos se dejan para el templo, pues esas distinciones no adornan a la persona sino al ministro de Dios para que dé realce a las ceremonias sagradas de la Iglesia. 

Pero, vistiendo de paisano, le acosa al sacerdote la vanidad como a cualquier mortal: las marcas, calidades de telas, de tejidos, colores, etc. Ya no está todo tapado y justificado por el humilde sayal. Al ponerse al nivel del mundo, éste lo zarandeará, a merced de sus gustos y caprichos. Habrá de ir con la moda y su voz ya no se dejará oír como la del que clamaba en el desierto cubierto por el palio del profeta tejido con pelos de camello. 

7º – Ejemplo de obediencia al espíritu y legislación de la Iglesia

Como uno que comparte el Santo Sacerdocio de Cristo, el sacerdote debe ser ejemplo de la humildad, la obediencia y la abnegación del Salvador. La sotana le ayuda a practicar la pobreza, la humildad en el vestuario, la obediencia a la disciplina de la Iglesia y el desprecio a las cosas del mundo. Vistiendo la sotana, difícilmente se olvidará el sacerdote de su papel importante y su misión sagrada o confundirá su traje y su vida con la del mundo. 

Estas siete excelencias de la sotana podrán ser aumentadas con otras que le vengan a la mente a usted. Pero, sean las que sean, la sotana por siempre será el símbolo inconfundible del sacerdocio porque así la Iglesia, en su inmensa sabiduría, lo dispuso y ha dado maravillosos frutos a través de los siglos.

Anexos 

284 Los clérigos han de vestir un traje eclesiástico digno, según las normas dadas por la Conferencia Episcopal y las costumbres legítimas del lugar. 

Catecismo 1563 "El ministerio de los presbíteros, por estar unido al orden episcopal, participa de la autoridad con la que el propio Cristo construye, santifica y gobierna su Cuerpo. Por eso el sacerdocio de los presbíteros supone ciertamente los sacramentos de la iniciación cristiana. Se confiere, sin embargo, por aquel sacramento peculiar que, mediante la unción del Espíritu Santo, marca a los sacerdotes con un carácter especial, y así quedan configurados con Cristo Sacerdote, de tal manera que puedan actuar como representantes de Cristo Cabeza" (PO 2).

Catecismo 1582 Como en el caso del Bautismo y de la Confirmación, esta participación en la misión de Cristo es concedida de una vez para siempre. El sacramento del Orden confiere también un carácter espiritual indeleble y no puede ser reiterado ni ser conferido para un tiempo determinado (cf Concilio de Trento: DS 1767; LG 21.28.29; PO 2).

Letanías de la sotana, la oración del sacerdote para permanecer fiel



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COMPARTE LAS LETANÍAS DE LA SOTANA CON TU SACERDOTE, PARA QUE REALICE ESTA ORACIÓN Y LE AYUDE A SER FIEL A SU SACERDOCIO

LETANÍAS DE LA SOTANA

Señor misericordioso que, sin mérito alguno por mi parte, me has escogido entre tantos millones de hombres para que sea tu Sacerdote: consérvame la santa sotana.

Para que yo recuerde siempre tu elección singular sobre mí: consérvame la santa sotana.

Para que ante el mundo predique el Evangelio aun sin hablar: consérvame la santa sotana.

Para encender una luz de vida eterna en medio de los hijos de la muerte: consérvame la santa sotana.

Para que todos puedan acudir más fácilmente a la fuente de aguas vivas: consérvame la santa sotana.

Para que me comprometa públicamente a ser luz y no tinieblas: consérvame la santa sotana.

Para recordar a los que me vean que soy faro de luz de vida y mediador entre Dios y los hombres: consérvame la santa sotana.

Para que no sea yo luz bajo el celemín, sino en el candelero, para que alumbre a todos los de la casa: consérvame la santa sotana.

Para que puedan hallar mejor a tu ministro los que con ansia o en agonía lo precisan: consérvame la santa sotana.

Para mejor recordar a los señalados de la tribu de Leví: consérvame la santa sotana.

Para que, expuesto a la vista de todos los pueblos, sea luz que ilumine a los gentiles y la gloria de tu pueblo: consérvame la santa sotana.

Para que sea bandera discutida y resurrección y ruina de muchos en Israel: consérvame la santa sotana.

Para estar más cerca del supremo testimonio de amor a Cristo: consérvame la santa sotana.

Para reparación pública por los pecados y crímenes públicos: consérvame la santa sotana.

Para que mi luz brille no sólo ante Ti sino también más fácilmente ante los hombres, a fin de que glorifiquen al Padre que está en los Cielos: consérvame la santa sotana.

Para dar testimonio como sacerdote que soy, y no como seglar que no soy: consérvame la santa sotana.

Para que el Rosario por mí rezado, en el metro, en el autobús o por la calle, aparezca como Rosario rezado por un sacerdote: consérvame la santa sotana.

Para mostrar lo que se es y no lo que no se es, en este tiempo de autenticidad: consérvame la santa sotana.

Para ayudar a los hermanos con la imagen externa en el siglo de la imagen: consérvame la santa sotana.

Para proporcionar antídoto sacralizador ante los movimientos secularizadores: consérvame la santa sotana.

Para ser ante los hombres signo visible de la Iglesia visible: consérvame la santa sotana.

Para dar a mi sacerdocio un ángel de la guarda más: consérvame la santa sotana.

Para alegría de los niños: consérvame la santa sotana.

Para consuelo de ancianos y moribundos: consérvame la santa sotana.

Para comunicar fortaleza a los jóvenes: consérvame la santa sotana.

Para que mejor te confiese delante de los hombres: consérvame la santa sotana.

Para que todos sepan que estoy en el mundo pero que no soy del mundo: consérvame la santa sotana.

Para que Tú me confieses delante de tu Padre que está en los Cielos: consérvame la santa sotana.

Para mejor repartir tu paz: consérvame la santa sotana.

Para mejor reconciliar a los enemistados: consérvame la santa sotana.

Para que todos sepan que estoy muerto al mundo para vivir para Dios y los hermanos: consérvame la santa sotana.

Para la siembra de vocaciones en los pequeñuelos y en los jóvenes: consérvame la santa sotana.

Para recordar mejor la gran gracia de la mediadora de todas ellas, que es mi sacerdocio: consérvame la santa sotana.

Para que al romper el alba y al llegar la noche, al fin de una apostólica jornada, pueda besarla como a mi bandera: consérvame la santa sotana.

Para que al terminar mi vida en la tierra, sea mi santa mortaja y mi compañía en la tumba: consérvame la santa sotana.

Para que, pues Tú me has adornado con ella, sólo se cambie un día ante el Trono y delante del Cordero, por el albo ropaje blanqueado con la sangre divina, pasada la gran tribulación: consérvame la santa sotana.

Para que no me pueda esconder de los pobres: consérvame la santa sotana.

Para que no me tiente nunca a compartir con la respetable secularidad del médico o del boticario del pueblo, del albañil o del sepulturero…, y así todos puedan verme como un enviado de Dios ante los hombres: consérvame la santa sotana.

Para cautela de flirteos y para que sepa el público, particularmente el femenino, el terreno que pisa: consérvame la santa sotana.

Por afán de austeridad, para que no me confundan con el marido de la señora Pepa o el padre de la Rigoberta: consérvame la santa sotana.

Para no dar gato por liebre en este tiempo de autenticidad: consérvame la santa sotana.

Oración.

¡Oh Jesús, eterno Sacerdote!, por el Inmaculado Corazón de María, Reina del Clero, ten piedad de tus pequeños hermanos y líbranos de los engaños de Satanás; haznos notar la influencia de lo externo en lo interno, para que en todo nos mostremos como dignos Ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios. Amén.

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